Por Lic. Luis Matos
Coordinador General de Barahona 3
New York
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Luis Matos |
Aun teniendo toda la aprobación por
la naturaleza, brincamos sobre esta belleza natural y protegida de cualquier
ataque de especie marina. Notamos con dolor el olvido de La Saladilla.
Al brincar desde Macondo y dirigirnos
al balneario de los Patos, San Rafael Y la Playa del Quemaíto, por encima de
esta única playa blanca de Barahona, nos da mucho que pensar: o tienen las
autoridades encargadas de embellecer nuestra playa una ceguera crónica o temen
defender su patrimonio natural ante los ambiciosos y oportunistas de la región.
En los Últimos 12 años dos hijos de
este pueblo han ocupado esta sub administración como representantes de Turismo
y consejeros del mismo puesto y su posición ha sido la misma: ignorar la petición del pueblo para la rehabilitación
de La Saladilla como punto de atracción.
¿A qué se debe tanta negligencia de
restaurar el lugar recreativo por excelencia de la niñez de la época, donde
tantas historias se dieron y disfrutamos de los mejores momentos de formación
de nuestra infancia y nuestra adolescencia? Hoy continúa abandonada sin ningún
plan para rehabilitarla, siendo el lugar más apropiado como punto de atracción
por la cercanía a la ciudad.
Si la voluntad de los funcionarios
estuviera en hacer de Saladilla nuestra tradición de siempre, no tuviéramos la
confrontación de los propietarios de Hotel Guarocuya y los comedores populares
que están establecidos dentro del terreno de esta infraestructura que se quiere
proyectar como atracción turística de macondo. La rehabilitación de Saladilla incluiría
los tarantines con más higiene y la delicadeza requerida para los que allí
degustarían de las ventas populares con una mejor presentación y calidad en el
servicio, pagando los impuestos de lugar.
¿Que impide la reestructuración de la
Saladilla? ¿Dónde están los hijos de Barahona que nacieron y vivieron en esta
hermosura natural, que hoy nos quieren despojar con fines de privatizarla?
O es que nos terminamos los que
amamos y disfrutamos de la Saladilla de Biemba Cabeza y su grupo musical, o no
hay memoria del Súper, el Muñina el “hombre mono” que disfrutábamos viéndolo
saltar entre los cocales de esta playa. ¿Qué se hicieron los levantadores de
pesas que nacieron de esta playa? ¿Dónde fueron a parar los barahoneros que pregonaban
al mundo sobre la hermosura de esta maravilla que Dios nos regaló?
El buen Danubio, que tiene como lema
decir que “los pueblos lo hacen los hombres”. A Barahona lo hizo Dios como
presentación a la humanidad. ¿Dónde fue
a parar ese amor que tanto expresamos por lo que poseemos y nos determinan como
la perla del Sur? Si queremos mantener ese término ante las demás poblaciones
del país la Saladilla se debe restaurar.