Por Francisco A. Francés (Negrito)
Para Yorik Piña, mi profesor, y sobre todo Mi Maestro.
Estas palabras sólo tienen por finalidad destacar las acciones de un hombre; un Gran Hombre para su pueblo, aunque en el tiempo pueda adquirir otros propósitos, pudieran quedar corta, y si permitir poner algunos puntos de referencia, de entrega y amor del Maestro Yorik Piña; como educador y de sus aportes a la comunidad de Barahona.
Desde hace mucho tiempo lo vengo conociendo, mis afanes por las luchas y estudiantiles en el Liceo del Arco, y esto me llevó a su Colegio en un casón de la Santiago Peguero y ahí comencé a tratar a este hombre; todo de lleno de esperanzas y de convicciones; parece que fue concebido entre los augurios de las estaciones. El trata de hacer de los tiempos una correría, de una secuencia de pasos para lograr objetivos.
Cuantas veces lo he visto envuelto en sueños, nada extraño ni aventurero. El no puede hacer otras cosas. Nació para eso, cada día, que no sea comprometerse, a ponerse de frente, cual si fuera nuestro Quijote con los absurdos y los errores que la sociedad va generando y dejándolos, al brinco de las cabras. Estos, mañana se convierte en la parte sustancial de los problemas que nos ahogan y que van creciendo como espiral sin freno ni limites.
Trata cada día de no ser un referente vació; solo trata de ayudar a que podamos vivir en total armonía, a la cual tenemos los derechos y cumplir con nuestros deberes. Es un rebelde, sí, y orgulloso me siento de estar y haberle conocido y, por eso, supo sintonizar con algunos otros locos de su misma estirpe; pero Él con mucha más experiencia que aquellos jóvenes revoltosos, que apenas descollaban como los lobeznos inmaduros. Con la igualdad de los enfoques y la pertinencia para plantear posibles soluciones sobre la problemática del país y sobre todo desu comunidad. Esta última es de donde está su siembra, los esfuerzos por hacer los aportes de la corrección que entiende de lugar. Es todo un continuo batallador; de una integridad firme, a toda prueba.
Sus aportes no son nada nuevo; desde la época en que lo conocí, hizo algunos cambios en muchos jóvenes, que hoy son modelo de ciudadanos, en muchas partes del mundo. Su semilla se ha esparcido y buscan, cada vez mas, abrirse paso por la formación inigualable de tratar a los demás.
Es verdad que su método difiere en todo momento con los métodos que difunden otros; y a Él les gustan esos retos; no deja batalla a medio hacer porque siempre está seguro de que su razonamiento se impondrá. Sabe penetrar con su lógica, a la mejor solución del problema; y siempre está a en pie de seguir en el combate, sin cansarse. No se deja caer vencido. Se levanta, y vuelve y lo hace, tantas veces con la misma fuerza de que siempre hay que luchar y de que se pueden lograr una victoria. Esto no es un sofismo; porque está demostrado, cuando sé hace la entrega con amor al trabajo, entonces se llega al logro, desde el momento de ser la base de los sacrificios.
Sus ocurrencias, dentro de lo social y político no define ninguna bandería; y entre todos los bandos se permite comprender; porque sabe que esas definiciones, algunas veces, coartan cada unos de sus pasos; y tomar posición es de poner a otros en el campo de batalla, y en el caso extremos esas personas bloquearían su proyecto y no poder lograr que esas personas de conflictos, con la cual se podría obtener otros espacios mejores para sus vidas, y de que sean cada vez más significativas. Se enfrenta contra sombras que esparcen desde los demonios y los fantasmas y entre los revoltillos y entre estos que están haciendo todas las locuras que hoy vemos a diario.
Es ahí, donde nace este grano de arena, aspirando a ser una montaña; que no pudo ser barrido por los vientos impetuosos, de esos que solo creyeron en las soluciones de sus problemas individuales, y que se fueron involucrados y dejando unos huertos sombríos, fríos, que son hoy nos arropan, y nos laceran cualquier intento de desarrollar otros tipos de oportunidades para las personas más necesitadas.
Desde unos ayeres, esos tan importantes para valorarlos, que están separados por el discurrir de las manecillas, y sin dejar los rastros de cansancio hasta ayer en la Casita Blanca; domingo entre las horas de las mañanas y hasta llegar la fase de la tarde; ahí se mantenía en sus labor, comprometidos con oír aquellos a los que no han tenido el tiempo para ser escuchados; y Él se presta, como es su compromiso, para obtener la redención y el alivio para esos excluidos y maltratados.
No es necesario decir su nombre, apenas cinco letras lo forman y ya, de por sí, de todos aquellos que lo han tratado o de aquellos que han oído decir de sus labores, les llega la imagen de un hombre totalmente entregado a su labores por lograr algunos cambios y perfilar otros niveles de voluntades para hacer mayores cambios en las que otros tengan las oportunidades de vivir con dignidad.
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Reeducar es más costoso que la prevención del delito y las drogas. Es un deber del Estado. No hay políticas serias para combatir la delincuencia. Estamos conscientes que este esfuerzo no resuelve el problema; pero nos da satisfacción de hacer lo que tenemos que hacer.
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