Se repite otra vez. La posición de representarnos
en la Dirección General de Turismo NO brillará por la presencia de uno de los
nuestros en dicha sub cartera del Sur.
Nos imponen otra vez la presencia de
los que no tienen el interés del desarrollo del Sur y, de esta manera, no es posible
proyectar a Barahona como cabecera del turismo regional. Se nos vuelve a
imponer al foráneo por encima de los hombres preparados de Macondo.
Se nombra un funcionario, totalmente
desligado, sin el conocimiento de qué se debe hacer para el definitivo desarrollo
del turismo en la Región Enriquillo.
Desde que se organizó el clúster turístico de
Barahona, este se ha mantenido bajo la dirección de una extranjera que ha sabido
beneficiarse de la nobleza de los barahoneros.
Las acciones de ese tipo no es motivación para
que los barahoneros se esfuercen para prepararse y ofrecer sus conocimientos
en el desarrollo de sus comunidades. No se le permite trabajar para su pueblo, aun cuando estén capacitados en el renglón o área donde se puede requerir un trabajo
especializado.
Tenemos hombres con vastos
conocimientos sobre los que sería el desarrollo turístico momentáneo de
Barahona y sus proyecciones. Esto facilitaría una fluidez constante del
interior hacia Barahona, cosa que no sucede ya que quienes nos representan no
tienen el conocimiento de la realidad barahonera y sus idiosincrasias.
En este mismo tenor vamos en un desarrollo tan lento en cuanto a los servicios médicos que, la mayoría de los casos de emergencia, son renviados a la capital dominicana por la falta de especialistas o equipos para asistir a los pacientes. ¿Cree esta sociedad que, manteniéndonos como en los años cincuenta, vamos a tener motivación para lograr y motivar a las nuevas generaciones la preparación que requieren?
Los pueblos en desarrollo caminan por
sus capacidades en todos los renglones. Tenemos una pléyade de profesionales en
todas las áreas determinadas por la formación académica; pero queriendo vivir
en el pasado, ignorando los nuevos métodos de información, no podremos implementar
nuevas oportunidades para los jóvenes de la actualidad, quienes, al igual que
ellos, deben abandonar sus sueños por la indiferencia de los que ya cuentan con
los recursos y capacidades para inversión en su pueblo natal.
Si nosotros
los sureños estuviéramos un 25% de amor a su pueblo como los tienen los
Norteños a su región, nada de estas imposiciones se estuvieran dando hoy en
nuestra región sur.
Dejemos de vivir en el recuerdo y actualicémonos si en verdad comprendemos el Barahona de hoy. El de ayer jama regresara.
