Por: Virgilio Gautreaux P.
El plátano es sin duda alguna uno de los reyes de la mesa dominicana. Es el producto agrícola de mayor aceptación en nuestros hogares. No da alergias ni engorda. Tiene numerosas propiedades medicinales, además de sus conocidos aportes nutritivos. Verde, maduro o pinto, sirve para la preparación de gran variedad de recetas. Los turistas degustan con mucho agrado el plátano dominicano.
Este producto es originario del continente asiático, fue llevado a Europa e introducido a nuestro continente luego del descubrimiento. En algunos países el guineo recibe el nombre de plátano. La popularidad del plátano y su diseminación por todo el mundo, es responsable de que haya en muchas naciones localidades llamadas El Plátano y Los Plátanos. En nuestro país hay varias comunidades con nombres ligados al plátano.
Unos 45 mil productores diseminados en todo el país, son los responsables de producir anualmente millones de plátanos. Estimaciones calculan que aproximadamente 350 mil personas están ligadas directa e indirectamente en las labores de siembra, cosecha, distribución y consumo del plátano.
Un estudio del Institituto Interamericano de Ciencias Agrícolas-IICA realizado en Septiembre del 2008, reveló que para ese año aproximadamente 330 mil personas participaban en diferentes actividades ligadas a la dinámica platanera nacional. Debemos recordar que trabajan peones y obreros agrícolas, cortadores, contadores, estibadores de los camiones, choferes, peones, tricicleros, motoneteros, carretilleros, obreros industriales, empacadores de compañías exportadoras, operadores de bombas de agua y empleados del INDRHI, tractoristas que preparan terrenos, especialistas que capacitan productores, analistas de crédito, etc. El número de personas aumenta cuando se piensa en las diferentes fases ligadas al consumo directo de este importante rubro de la alimentación nacional.
Una de las manifestaciones más representativas de la popularidad que tiene el plátano en nuestro país, fue su conversión en “mascota” de la delegación deportiva dominicana en el CLÁSICO MUNDIAL DE BEISBOL 2013, donde se impuso el “PLÁTANO POWER” dominicano ganando esta importante competencia internacional.
Una publicación del periódico Hoy de finales del 2011, reveló que los dominicanos se comían anualmente 2 mil millones de plátanos.
Tan pronto el plátano llegó a Barahona, nuestros compueblanos lo adoptaron y jamás se han desvinculado de este producto. El intelectual e historiador cabraleño Werner Féliz, en su libro Historia de Barahona 1801-1900, destaca como a finales del siglo XIX, el plátano era cultivado ampliamente en Cabral y ocupando grandes extensiones de tierra en la cuenca del Yaque del Sur (pág. 326).
Werner Fèliz |
A finales de los años treinta del siglo pasado, la Cámara de Comercio de Barahona, impulsaba el fomento de este cultivo, el cual se expandía rápidamente debido a la demanda de los trabajadores del ingenio Barahona y de los ocupados en otras actividades productivas y comerciales. Para esos años, mucho plátano de la zona, era embarcado hacia a la ciudad capital y algunas islas del Caribe. Es bueno recordar que en 1930 en ocasión del ciclón de San Zenón que destruyó la capital de la República, los productores de plátano barahoneros enviaron en el vapor Hurón40,000 plátanos a los damnificados.
En la provincia de Barahona no se concibe la vida sin el plátano. Es un cultivo “democrático”.Genera empleo, divisas, ingresos a mucha gente y contribuye a paliar el hambre. En todas las fases de su cadena (desde el productor, hasta el consumidor final) incorpora grandes contingentes de barahoneros, movilizando recursos financieros y contribuyendo a que mucha gente mantenga su familia. El plátano no es excluyente. Generalmente los grandes productores coexisten con los medianos y pequeños y se mantienen en armonía. Los casos de monopolios son poco frecuentes. La mayoría de las fincas son regadas por las aguas del Yaque del Sur.
Del plátano barahonero viven no sólo quienes lo producen, sino también todas aquellas personas, negocios y empresas, que participan en los procesos de cosecha, transporte, distribución y consumo. Resulta destacable que este cultivo emplea muchos obreros agrícolas y un número aún mayor de hombres y mujeres en la fase de comercialización y procesamiento. Este producto tiene la ventaja de que casi no se daña y tiene buena demanda ya sea verde, pinto o maduro. Esto reduce las posibilidades de pérdida.
Volviendo un poco atrás, es bueno saber que quienes compran el plátano en las fincas, llevan una brigada de hombres que incluye contadores y acomodadores especializados. Estos últimos, se encargan de estibar o colocar convenientemente los plátanos más grandes en los bordes de la cama del camión y los de tamaño regular en el centro, los cuales son los primeros en vender o se venden “ligados” con los grandes. Esto requiere pericia y habilidades al momento de la venta a compradores también bastante hábiles y avezados.
Cuando por fin el plátano ha llegado a “su destino”, su manejo suele ser muy variado, puesto que puede ser un restaurant, un hogar, una fritura, una playa, un río, un chimi, una fonda, una barra, una industria o un pica-pollo. Los procesos que siguen tienen relación directa con el tipo de negocio o el gusto culinario de los miembros de una familia. Bajo esta premisa, el plátano verde es consumido frito, sancochado, asado, industrializado, en forma de mangú, mofongo, etc. También en estas modalidades, crea el plátano una gran cantidad de empleos directos.
El plátano tiene la doble virtud de ser “compaña” o de requerir compaña. Cualquier tipo de carne, molusco o pescado puede ser completado con plátano ya sea éste frito, hervido o asado. Al mismo tiempo, el plátano puede ser “la base” donde aterricen ya sean huevos fritos, espaguettis, albóndigas, salami, longananiza, arenque o bacalao. El plátano recién hervido, hasta vacío da gusto comerlo. En los tiempos del tirano Trujillo que no habían muchas “acompañas”,la gente consumía plátanos sancochados con aceite. Se tiraban varios trozos a un plato, y resuelto. Así es este producto.
La tendencia del consumo de este rubro tiende a incrementarse en la medida que aumentan los precios de la yuca, los guineítos, la yautía, el ñame y la batata.
Al reiterar el carácter democrático del plátano, lo decimos apegados a la realidad de que el mismo es consumido por los de arriba, la clase media, la media-media y, de manera masiva, por los que siempre han estado abajo, que son la inmensa mayoría.
En Barahona-Capital del Plátano Dominicano-hay toda una cultura en torno a su procesamiemto. Ya mencionamos algunas modalidades de consumo cuando éste está verde, pero muchas veces suele olvidarse las cosas que los barahoneros hacen cuando ya está maduro: bollos fritos rellenos de carne molida; dulce, jugo de avena con plátano bien maduro, mangú con huevo frito, salami o queso; en trocitos en sancocho de habichuela con coco; asado en cazuela con mermelada de azúcar, canela y mantequilla; pastelón relleno de carne molida; asao entero; frito ya sea pintón o bien madurito. En el mercado de Barahona y en el de Cabral, cuando está pinto, lo ripian, lo fríen y lo venden en fundas plásticas a 5 y diez pesos; también es bueno comerlo hervido bien maduro con huevo encebollao y aguacate. Es decir, que ya sea verde, pinto o maduro, los barahoneros “le entran” a su plátano con fuerza.
Los barahoneros con el tallo y las hojas del plátano, hacen sogas, sombreros para el sol, carteras, muñecas, ripios para ensartar tilapias y roquetes. Las hojas se utilizan para hacer “pasteles en hoja” y envolver DULCE DE PRIETO. En muchos campos de Barahona cuando hacen un moro con coco, se marea una hoja de plátano y con ella se tapa el moro, el cual coge un sabor “ajumaíto”, que huele a conuco.
Las cáscaras de plátano maduras o verdes, se sancochan y se le dan a los puercos. En Cabral cogen la cáscara de plátano maduro, la calientan, le untan higuereta y se la ponen en la frente para los “maletare” de la sinusitis.
Pan de plàtano con chocolate |
Tanto aman los barahoneros su plátano, que en la comunidad de Enriquillo hay una comparsa de muchachas llamadas “LAS PLATANERAS”, la cual ha sido galardonada en el Carnaval de Barahona. Hay también en la ciudad un periódico digital que se llama EL PLATANERO RD-“El único plátano del pueblo”.
En la zona agrícola de Barahona hay aproximadamente 2 mil productores de plátano, que ocupan unas 100 mil tareas. Veinte o más camiones diarios se dirigen desde las zonas productoras hacia la capital. Los camiones Cama Corta cogen 22 mil plátanos (110 cargas), mientras que los Cama Larga, cogen 30 mil (150 cargas). Actualmente a nivel de finca la carga se vende entre RD$ 1,275 y RD$ 1,300.
El plátano barahonero durante muchas décadas fue el rey de las mesas dominicanas. Ahora enfrenta la competencia de otras zonas del país. Sin embargo, debido a su buen sabor textura y tamaño, sigue siendo el favorito de centenares de miles de dominicanos. Actualmente están en carpeta varios proyectos para incrementar su producción con miras a exportación, planes éstos que están articulados a la próxima construcción de la Presa de Monte Grande.
Nota: Para la elaboración de este breve trabajo-además de informes y estadísticas oficiales-consulté a Fernando Fernández Duval, Mario Amador, Carlos Medina, Toño Batista, Milkeya Féliz y Jesús Familia. Sin embargo, los errores que existan, son de mi entera responsabilidad.
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