Padres y madres de Barahona: Propuestas para el sosiego, la paz, la tranquilidad del pueblo

 

Por Yorik R. Piña
Psicólogo Clínico
Director del "Programa De Reeducación Para Jóvenes Traviesos"

Durante los más de 50 años que hemos trabajado en la formación en valores de adolescentes y jóvenes, hemos afirmado, con toda seguridad, que la lucha contra la delincuencia y las drogas no será exitosa hasta que las políticas del Estado tomen el rumbo de intervenir cada uno de los hogares en el territorio nacional, ofreciendo las herramientas que necesitan los padres y madres para una buena formación a sus hijos. 

La gran mayoría de los padres no saben hacerlo y no vienen con un manual debajo del brazo. Aun más, puedo afirmar que, creyendo que están formando bien a sus hijos, en algunos casos, hacen daño y no lo perciben. También puedo afirmar que "En la gran mayoría de los casos, ningún padre o madre le hace daño a un hijo a sabiendas, sino por ignorar la manera adecuada de hacerlo"

A nuestro modo de ver, para los fines que pretendemos en esta propuesta, Barahona está dividida en dos grandes grupos:

Grupo 1:

Grupo 1 (Clase media Alta)

Les alertamos a ustedes que, con esfuerzo, profesionales o no, han podido levantar sus familias y gozan de libertad plena que resulta en la independencia plena, generada por una buena formación de hogar, que forja la felicidad plena: Deben saber que estamos luchando con un segmento de la sociedad, donde tú resides, que puede arrancarte, en segundos, tu tranquilidad, tu sosiego, tu paz, enajenándote de tus bienes, tu vida o la de los tuyos. 

Es un peligro latente que, quizás nunca te ha tocado vivir, pero un día lo puedes encontrar en cualquier punto del camino de tu existencia. Estamos haciendo esfuerzos para que no te ocurra.

 Grupo 2: 

Pobreza Extrema

Alertamos a los padres de este grupo, quienes son responsables de familias que no han podido alcanzar los recursos económicos suficientes para vivir decentemente y no han tenido la oportunidad de ser conocedores de los buenos métodos para educar a sus hijos, quienes han tomado el camino de la delincuencia, las drogas y han perdido el control de ellos, que el dolor y la tristeza serán el estado frecuente de su cotidianidad. En estos hogares los  hijos no respetan ni oyen a persona alguna y, aunque los padres no lo comenten, hacen cosas que no les agrada y no los corrigen porque temen que, en el mejor de los casos,  retiren el afecto y el respeto a sus padres y, en el peor de los casos, sean capaces de agredirles. Temen que los vecinos se enteren de lo que está ocurriendo. Se avergüenzan y ocultan esas acciones desadaptativas de sus hijos, a los familiares, amigos y, hasta a ellos mismos, la verdad de la situación que padecen.

Queremos ayudar a esos padres y madres que sufren esas conductas parasociales  de sus hijos a restablecer la paz y tranquilidad del hogar e intentando modificar las conductas de sus vástagos y puedan restablecer el control sobre ellos y, de esta manera, regrese la paz y felicidad al hogar e impedir, que obstruyan la felicidad del Grupo 1 a quienes les ha costado grandes esfuerzos, durante toda su vida, construir la estabilidad económica y la paz en sus hogares.

Conclusión:

Solo una total coordinación de los grupos 1 y 2 puede lograr que, la comunidad toda, desarrolle sus actividades, biopsicosociales y económicas a la sombra del sosiego, la tranquilidad y la seguridad, ejercitando los valores que redundarán en beneficio de los dos grupos.

Propuesta para la paz

 Propongo al Grupo 2 

Conozcan una novedosa actividad formativa y lleven sus hijos, sin ningún costo, al “Programa De Reeducación Para Jóvenes Traviesos” que se aplica en Barahona, donde se les ofrece una protección paternal: formación en valores, alimento, vestimenta, actividades académicas, recreación, actividades deportivas, préstamos para microempresas, etc., según lo que contempla el "Programa De Reeducación Para Jóvenes Traviesos" de mi autoría.

Propongo al Grupo 1 

Que promuevan y asistan a los cursos que se ofrece a padres, madres y maestros para que adquieran el conocimiento que necesitan, a los fines de ofrecer a sus hijos y alumnos una buena formación en valores, así como adquirir las obras de nuestra autoría y, de esta manera, generar los recursos económicos que se necesitan para proteger a los adolescentes y jóvenes del grupo 2 y, a lo mejor, muchos del grupo 1 (tu grupo); pero, naturalmente, cubriendo el alto costo de esta actividad que modificará, en tiempo prudente, las conductas desadaptativas, de los dos grupos sociales, aquí mencionados (Al grupo 2 no le cuesta nada; pero es obvio que al grupo 1, sí).

Propongo, además, al Grupo 1 que, en la medida de lo posible, cubran los costos de los cursos que se ofrecen, a los padres del Grupo 2, a los fines que se hagan de las herramientas que necesitan para el manejo adecuado de sus hijos. Que no sean obstáculos para el desarrollo de la comunidad, Que no sean zánganos; sino abejas (obreras) y se inserten el tejido laboral como entes productivos.

No dejemos todos nuestros problemas al Estado. Somos  los ciudadanos a quienes corresponde la responsabilidad de luchar por lo que necesitamos en nuestras comunidades, a los fines de que ese esfuerzo colectivo rinda sus frutos en un 100%. 

A cada persona le corresponde hacer, lo que sabe hacer, para beneficio de todos.  Nosotros hacemos lo que sabemos hacer, hasta donde llega nuestro alcance. Queremos hacer más; pero es labor de todos. Nosotros sabemos que hay que hacer.  ¡Juntos somos fuertes!

Lo que estoy proponiendo puedo hacerlo: Estoy aportando mi conocimiento profesional, mi voluntad, deseo y satisfacción de hacerlo, siempre y cuando los 2 grupos tengan la voluntad y el deseo de cumplir con la propuesta. Es una mesa de tres patas.

"El bienestar de la comunidad redunda en beneficio para cada una de las familias que la constituyen y viceversa"