La Terapia Paternal es una herramienta desarrollada por el psicólogo
clínico dominicano Yorik Rafael Piña, basada en más de 60 años de observaciones
sobre el comportamiento de niños, adolescentes y jóvenes. Esta terapia se
enfoca en aquellos que han caído en conductas delictivas, consumo de drogas u
otros vicios, así como en aquellos en riesgo de hacerlo debido a una formación
inadecuada y a la falta de presencia paterna.
Se fundamenta en tres elementos, mismos que buscan transformar vidas y
fomentar un cambio positivo:
1. Confianza: Establecer una conexión basada en una
amistad sincera entre el terapeuta y el individuo en proceso de reeducación es
crucial para avanzar en el programa. Al adoptar un enfoque paternal, el
terapeuta se convierte en una figura de confianza y apoyo, generando un
ambiente propicio para el crecimiento personal.
2. Fortalecimiento de la
estima personal: Mediante
una variedad de actividades, ejercicios y experiencias enriquecedoras, la
Terapia Paternal busca fortalecer la autoestima y la voluntad del individuo en
proceso de transformación. A través de la práctica de deportes, fisiculturismo,
visitas a orfanatos y asilos de ancianos, y la participación en cursos
técnicos, se promueve el desarrollo de habilidades y competencias
fundamentales.
3. Protección: La seguridad y protección brindadas por
el terapeuta son elementos esenciales para impulsar el cambio positivo en
aquellos jóvenes con trastornos de conducta o personalidad. Estudios han
demostrado que cuando estos individuos se sienten protegidos, son más
receptivos a las técnicas de modificación de conducta y presentan una mayor
disposición a abandonar comportamientos negativos.
La Terapia Paternal se considera especialmente efectiva para adolescentes
con Trastorno de la Conducta o Disocial y jóvenes con Trastorno Antisocial de
Personalidad. Se ha observado que cuando se sienten protegidos, responden de
manera positiva a diferentes técnicas de modificación de conducta.
Para garantizar el éxito de la terapia, se resalta la importancia de
ofrecer a los niños y jóvenes un cuidado integral que incluya educación, salud,
recreación adecuada, valores y el sentimiento de ser amados. Se destaca que el
amor se desarrolla a lo largo de la formación y que los adultos son capaces de
amar, mientras que los niños y adolescentes necesitan protección y satisfacción
de sus necesidades para experimentar el amor en la edad adulta.
La implementación de la Terapia Paternal puede contribuir a formar
individuos sanos, seguros de sí mismos, capaces de relacionarse de manera
asertiva, empática y de amar a los demás. Su aplicación adecuada en
instituciones y programas formativos puede tener un impacto positivo en el
bienestar de los jóvenes y en el desarrollo de la sociedad en general.
La Terapia Paternal se distingue por su enfoque integral y holístico.
Ofrece una respuesta a la problemática actual de niños y jóvenes en riesgo,
abordando no solo los aspectos conductuales, sino también los emocionales,
psicológicos y sociales. Al involucrar a padres, maestros y otras
instituciones, esta terapia crea una red de apoyo que garantiza la continuidad
del proceso de reeducación y promueve un cambio duradero.
En resumen, la Terapia Paternal es una metodología innovadora y efectiva
para abordar los desafíos que enfrentan los niños y jóvenes en situación de
riesgo. Su enfoque en la confianza, el fortalecimiento de la estima personal y
la protección brinda una oportunidad única para transformar vidas y prevenir la
delincuencia y el consumo de drogas. Invitamos a las instituciones a unirse a
esta iniciativa y colaborar en la implementación de la Terapia Paternal para el
beneficio de nuestra sociedad y el futuro de nuestros niños y jóvenes. Juntos,
podemos marcar la diferencia y construir un país más seguro y próspero.
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