Enfoque Mágico Religioso del Pueblo Haitiano
Por Yorik R. Piña
Yorik R. Piña F. |
La Nación Haitiana
A la llegada de los españoles a la Isla
de Santo Domingo, llamada por los aborígenes que la habitaban con los nombres
de Quisqueya, Haití y Babeque, se
descuidaron de la parte oeste, quizás por la falta de soldados o porque no les
interesaba, razón por la que las personas o residentes en la isla que cometían
algún delito, se refugiaban en ese sector de la isla, huyendo del brazo de la
ley. Fue poblada además, poco a poco , por quienes habitaban la isla de La
Tortuga, situada sobre el extremo noroeste de la Isla Española, a unos 15 kilómetros
de las costas de Haití" (Peña Batlle, Manuel A. 1951, pág. 5) muy cercana,
por la parte oeste, a la Isla de Santo Domingo. Fue habitada por ladrones,
contrabandistas filibusteros, los piratas del Caribe y bucaneros que se
dedicaban al pillaje en tierra firme.
Toussaint Louverture |
Haití fue el segundo país que logró su
independencia en América. Se independizó de Francia en 1804, de quien era la
colonia más prospera, cuando era gobernada por Napoleón Bonaparte. Los
historiadores recogen en sus narrativas la famosa misiva que dirigió el primer
presidente haitiano, Toussaint Louverture a Napoleón, que la iniciaba
expresando: "Del Primero de los negros, al Primero de los blancos".
La Nación haitiana tiene un territorio de
10,000 millas2. La mayor parte de su población es de raza negra. Los blancos
residentes en Haití, sean haitianos o no, son quienes manejan el comercio y la
mayoría de las industrias y empresas del país. "Los aristócratas no se
ocupan de trabajos manuales y manejan
toda la estructura económica del país". (Leyburn, 1986, pág. 14).
Los blancos no sobrepasan el 5% de la
población general. De donde se infiere que ese pequeño grupo de blancos manejan
un alto porcentaje de la riqueza que se produce. Esta élite haitiana ocupa la
gran mayoría de los cargos gubernamentales y sobre todo los cargos militares.
Las masas no tienen acceso a las altas posiciones del Estado y naturalmente, al
tener un índice tan elevado de analfabetismo, por ignorancia, no tienen acceso
a la salud de los pocos hospitales que existen y "revientan" los centros
de salud de la República Dominicana. La gran mayoría acuden a métodos
irracionales, según su cultura para lograr la salud perdida.
Los haitianos son descendientes de
África; pero sus raíces sociales son tanto europeas como africanas.
La generalidad de los haitianos se
sienten ofendidos cuando les llaman negro, de color, mulato, negro puro o
africano (Leyburn, 1986, pág. 13.)
En Haití coexisten dos castas bien
diferenciadas: los aristócratas, con una formación y educación francesa y las
masas, cuya mayoría son analfabetas. Es un grave problema la cantidad de
personas que no acceden a la educación por la pobreza del país, a pesar de que,
como se mencionó anteriormente, era una de las más prosperas colonias francesas.
Las masas se comunican a través de un dialecto del francés: el creole o
"criollo y las élites, la aristocracia haitiana se comunica en el idioma
francés. La aristocracia haitiana maneja tanto el creole como el francés, pues
con el dialecto "criollo" se comunican con el servicio de los aristócratas
hogares haitianos.
Los pobladores del país exhiben con mucho
orgullo su condición de negros puros, al extremo de que la raza negra tiene
connotaciones constitucionales. La carta Magna haitiana establece que cualquier
persona nacida en cualquier país de padre o madre haitiana, es de nacionalidad
haitiana.
Sesgos
cognitivos, conductas saludables y motivacionales
En la nación haitiana y en la diáspora,
diseminada, principalmente, en toda América Latina y muchos países de Europa,
prevalece, la cultura mágico-religiosa. Tradicionalmente, sus dolencias físicas
y psicológicas intentan ser remitidas, tanto en la casta aristocrática como en
las masas populares por la religión del vudoo. Los primeros, de una manera muy discreta, pues
la religión oficial es la católica, es la religión que profesa la élite
haitiana que está opuesta al vudoo y los segundos por su falta de preparación
académica, la practican pública y espontáneamente.
Enfermedades
de niños y sus tratamientos
A continuación describimos dos tipos de
enfermedades que, según la cultura haitiana,
son los padecimientos más comunes entre esas comunidades, tanto del
país, como en la diáspora.
El
mal de ojo
Es un padecimiento que se contrae por la
admiración o rechazo con que se observa a un niño y sus síntomas son: falta de
apetito, debilidad, uno de los ojos se achica con relación al otro y/o elongación
de una pierna en relación a la otra.
Este mal se trata con ensalmos que son
una especie de masajes que se aplican con diferentes hojas, raíces y otras
sustancias, en la parte del cuerpo afectada, acompañada de oraciones.
Otro tratamiento para el mal de ojo es
con los orines de la madre del niño afectado.
Esta se levanta temprano y sin hablar con nadie carga al niño, tomándolo por
los pies y la cabeza hacia abajo y lo baña con sus orines, dando mucha
importancia de que los orines caigan sobre el niño, desde los pies hacia la
cabeza.
La
sangre del niño chupada por las brujas
Según las creencias mágico-religiosas de
las costumbres haitianas, las brujas
pueden chupar a los niños, desde el vientre de la madre hasta los 4 años de
edad. Las brujas vienen de otra
dimensión en forma de animales.
Los síntomas generados por las brujas
son: Fiebre, insomnio o sueño agitado, diarreas
y debilidad general.
Para la remisión de estos síntomas se
recomienda: regar sal, ajonjolí y mostaza alrededor de la casa. La sal es luz y
repele la bruja que es de la oscuridad. Como se presenta en forma de animal se
entretiene comiendo ajonjolí hasta que salga el sol. (Nunca se presentan de
día). La mostaza las atrae, las hace caer a tierra y las retiene en el
suelo.
Otra acción que se contempla para evitar
que las brujas "chupen" la sangre del niño es colocar una escoba al
revés detrás de la puerta de la entrada de la casa con un grano de sal. Esta
las bloquea, si toman forma humana, y no pueden salir o entrar a una casa hasta
que no sea retirada la escoba.
Enfermedades
de adultos y sus tratamientos
Las enfermedades de adultos se tratan con medicina natural o hechicería.
La medicina natural de los haitianos consiste en preparar tomas y ungüentos con
raíces, hojas de diferentes plantas y yerbas. Por ejemplo, la diabetes es
tratada con la raíz del limonero.
El cáncer y el sida son tratadas como
enfermedades que han sido transferidas, al través de "trabajos" de
hechicería, ordenados por terceros, motivados por enemistades, venganzas,
engaños de cualquier tipo y una gama de razones originadas por intereses encontrados.
Por ejemplo, cuando la esposa descubre que
su marido tiene una amante esta, cuando sostiene relaciones sexuales con su
marido, coloca acido de batería en el ombligo de este y, cuando el hombre copula con la amante, los órganos
genitales de la misma, se enferman.
Los hechiceros, usualmente, a solicitud
de sus clientes, hacen trabajos para manipular las emociones de terceros. Uno
de los más reclamados por las esposas o novios, cuando están muy enamoradas de
sus conyugues y temen perderlos, solicitan un trabajo de hechicería para "amarrarlos" a su lado y no miren otra
mujer.
Para que el hechicero haga su trabajo es
necesario llevarle una prenda intima sucia (medias, franelas, calzoncillos), en razón de
que las prendas usadas guardan la energía vital de la persona y esto facilita
la acción del hechicero.
Otro "trabajo" muy solicitado a
los hechiceros es lograr rivalidad entre dos personas, ya sea el marido con la
amante, empresarios que dañaron, de alguna manera, a un empleado, etc.
El hechicero manda a escribir el nombre
de cada uno 5 veces en sendos papeles, amarrados y opuestos con hilo negro. Lo introducen en un envase de vidrio con amoniaco, heces fecales de gato cimarrón o de paloma, sal en grano y pimienta
de guinea y, al final, se introduce todo en una letrina descuidada.
El hechicero, en todos los
"trabajos", cobra cantidades
nones, una botella de ron y una vela. El hechicero lee uno de los siguientes
elementos: una vela, las barajas, las manos o un vaso de cristal con agua y
hace su diagnóstico. El paciente deja en el altar un "levantamiento" (Una
parte del costo del trabajo) y paga el resto cuando haya resultados del "trabajo"
realizado.
Análisis crítico
Para la remisión de sus enfermedades, los aristócratas haitianos buscan su
salud en los hospitales y clínicas; pero paralelamente, lo hacen con su
medicina natural o utilizando el servicio de los hechiceros. Las masas
analfabetas o con muy poca preparación académica, buscan su salud con tomas de
raíces, las hojas de las plantas y, principalmente con la hechicería.
En los últimos años, la mujeres haitianas embarazadas, de cualquiera de sus
castas, la elitista o de masas, por motivaciones más políticas que cualquier
otra razón, están recurriendo a clínicas privadas y hospitales públicos de la
República Dominicana para ser tratadas con los especialistas del ramo. En los
hospitales dominicanos ubicados en las provincias que hacen frontera con su
vecino Haití, 1 de cada 3 parturientas son haitianas.
La ausencia de valores humanos, la incapacidad para la reflexión y conceptualización
de la mayoría del pueblo haitiano producto del débil sistema educativo, la
imposibilidad de acceder a los centros académicos existentes, ya sea por la
lejanía, padres que ignoran los métodos adecuados para motivar a sus
hijos a la formación en valores ( La mayoría de padres no le dan valor a las
labores formativas en la educación escolar) son algunas razones por la que el
pueblo haitiano adolezca de crecimiento personal.
Desde los tiempos de la independencia y antes, la cultura del fuego y la destrucción
aún se mantienen en la personalidad de los haitianos. (En las luchas para
lograr su independencia, las llamas del fuego intencional con las que ardían
todos los ingenios del país, se observaban en Las Bahamas).
Según el "Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales" (DSM IV), la piromanía es uno de los síntomas de los
adolescentes que padecen el Trastorno Disocial que es la antesala para la
resolución en la edad adulta del "Trastorno Antisocial de la
Personalidad". Por lo que se puede concluir que ese tipo de
"cultura" puede llevar a sus actores a un masivo padecimiento de la
psicopatía que, según el DSM IV, remite espontáneamente, en la 4ta década de la
vida del individuo.
Si se entiende que las investigaciones dan por sentado que los psicópatas
mantienen un comportamiento infantil, dicho en otras palabras, no han crecido
mentalmente, sino cronológicamente, estamos ante una comunidad de "niños
con canas" (Piña, Yorik R., 2014)
Conclusiones
Es innegable que estas características de
las comunidades haitianas han contribuido a que sea la nación más pobre y menos
preparada, académicamente de América Latina, lo que definitivamente impide que
sus ciudadanos accedan a ser entes de desarrollo en sus comunidades.
Es necesario que los países ricos, y
sobretodo Francia, su madre patria, diseñen un plan a 50 años para la
transformación cultural del Pueblo Haitiano que debe contemplar la construcción
de carreteras en todo el país, una construcción masiva en todas las comunidades
de la República de hospitales y escuelas, así como la contratación de maestros, psicólogos y psiquiatras franceses.
Es un plan costoso; pero no difícil para
los países desarrollados que harían una mejor inversión de sus recursos en un
plan de este tipo y no seguir incentivando el odio entre el pueblo haitiano y el pueblo dominicano y mucho menos en la carrera armamentista que no nos llevará a
otro camino que la destrucción del planeta.
Es más beneficioso para la vida de
los seres humanos construir, no destruir. Eso hace el pueblo haitiano y parece
ser que lo mismo hacen los países "desarrollados"
DSM IV (1995). Masson, S.A. Mexico
De Charlevoix, Pedro F. (1977). Historia De La Isla Española. Editora
Santo Domingo. Santo
Domingo.
Engler, Barbara. (1999).Introducción a las Teorías De Personalidad. México.
McGraw&Gill.
Funiber (2019).Paradigmas Psicosociales Sobre el Proceso Salud Enfermedad. Santo Domingo.
Leyburn, James G. (1986). El Pueblo Haitiano. Santo Domingo.
Sociedad Dominicana de
Bibliófilos
Peña Batlle, Manuel A. (1951). La Isla De La Tortuga. Madrid. Cultura
Hispánica.
Piña, Yorik R. (2014). Programa De Reeducación Para Jóvenes
Traviesos. Amimundo. Santo
Domingo.
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