Fuente: Carpe Diem
El consumo de drogas tales como marihuana, cocaína, éxtasis y otras anfetaminas pueden conllevar diferentes riesgos para la mujer embarazada y su bebé. Algunas de estas drogas pueden hacer que el bebé nazca demasiado pequeño o antes de tiempo, o que presente síntomas de dependencia, defectos congénitos o problemas de aprendizaje y conducta. El gran problema es que muchas madres lo ignoran completamente, o aun peor, las utilizan incluso sabiendo los posibles riesgos que puede traer su utilización.
¿Cuáles son los riesgos de consumir marihuana durante el embarazo?
La marihuana es la droga ilícita de consumo más frecuente entre las mujeres en edad fértil. Algunos estudios sugieren que el consumo de marihuana durante el embarazo puede retrasar el crecimiento del feto y reducir ligeramente la duración del mismo (con un posible aumento del riesgo de parto prematuro). Estos efectos se observan principalmente en las mujeres que consumen marihuana regularmente (seis o más veces por semana). Después del parto, los bebes pueden presentar síntomas de dependencia, como llanto y temblor excesivos y además tener patrones de sueño deficientes.
Las parejas que tienen pensado tener un bebé también deben tener en cuenta que la marihuana puede reducir la fertilidad tanto en el hombre como en la mujer, lo cual dificulta la concepción.
¿Cuáles son los riesgos de consumir cocaína durante el embarazo?
El consumo de cocaína durante el embarazo puede afectar a la mujer embarazada y a su bebé de muchas maneras. Durante los primeros meses del embarazo, la cocaína puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo. En una etapa posterior, puede desencadenar un parto prematuro o hacer que el bebé no crezca lo suficiente. Como consecuencia de ello, los bebés expuestos a la cocaína tienen más probabilidades que los no expuestos de nacer antes de término y con bajo peso.
Los bebés prematuros y con bajo peso al nacer están expuestos a un riesgo mayor de tener problemas de salud inmediatamente después de nacer e incapacidades permanentes, como retraso mental, parálisis cerebral, e incluso la muerte. Los bebés expuestos a cocaína también suelen tener cabezas más pequeñas, lo cual en general significa cerebros más pequeños y un mayor riesgo de tener problemas de aprendizaje. La cocaína también puede hacer que el feto sufra un accidente cerebrovascular, lo cual puede producir daño cerebral irreversible y, en algunos casos, la muerte. Los bebés expuestos a la cocaína pueden ser más propensos que los no expuestos a muerte súbita del lactante.
Si bien la mayoría de los niños expuestos antes de nacer tiene una inteligencia normal, un estudio realizado en Case Western Reserve University comprobó que los niños de cuatro años de edad que estuvieron expuestos a cocaína antes de nacer obtenían los mismos resultados en las pruebas de inteligencia que los niños no expuestos. Sin embargo, el estudio de Case Western y otros estudios sugieren que la cocaína a veces puede contribuir a problemas sutiles de aprendizaje y conducta, como retraso en el aprendizaje del idioma y problemas de concentración. Un estudio reciente también sugiere que estos niños tardan más en desarrollarse hasta los 10 años de edad que los niños no expuestos, lo que sugiere cierto efecto duradero en el desarrollo.
¿Cuáles son los riesgos de inhalar pegamentos y disolventes durante el embarazo?
Las mujeres, embarazadas o no, que inhalan estas sustancias corren el riesgo de sufrir daños al hígado, los riñones y el cerebro, e incluso la muerte. El abuso de estas sustancias durante el embarazo puede contribuir a aborto espontáneo, retraso en el crecimiento del feto, parto prematuro y defectos de nacimiento. También puede causar síntomas de dependencia en el recién nacido.
¿Cuáles son los riesgos de consumir éxtasis y anfetaminas durante el embarazo?
El consumo de éxtasis y otras anfetaminas ha aumentado considerablemente en los últimos años. A la fecha, se han realizado pocos estudios sobre la manera en que el éxtasis puede afectar el embarazo.
Un estudio realizado en 2006 descubrió que los bebés de las mujeres que consumen esta droga tienen tres veces más probabilidades que los bebés no expuestos a no desarrollarse lo suficiente antes de nacer. Incluso aunque nazcan en término, los bebés afectados suelen pesar menos y la circunferencia de su cabeza es más pequeña que lo normal.
El consumo de metanfetamina durante el embarazo también aumenta el riesgo de complicaciones, como parto prematuro y problemas en la placenta. Aparentemente, después del parto, los bebés que estuvieron expuestos a anfetaminas antes de nacer presentan síntomas de dependencia, incluidos temblor, sueño y problemas de respiración.
No se deje estar, si cree estar embarazada y toma alguna de estas sustancias puede estar creándole un daño irreversible a su futuro hijo. Si esta en esa situación, o conoce a alguien en la misma, tome cartas en el asunto antes que sea demasiado tarde.
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