POR: ALEJANDRO SANTANA
Alejandro Santana |
Hace muchos años que este ilustre
ciudadano asumió como suya la que debe ser la preocupación de todos los
barahoneros.
Desde los años 60 vengo conociendo sus
preocupaciones en favor de jóvenes !traviesos!, como él les llama a quienes en
la sociedad presentan características diferentes a lo que se considera
como conducta normal.
Son muchos los que han pasado por sus
manos, son muchos los que hoy a lo largo de tantos años cambiaron y son
ciudadanos ejemplares debido esa preocupación de un barahonero que añora
una sociedad sin delincuencias ni vulnerabilidades.
Yorik ha centrado su vida sus
conocimientos al servicio de jóvenes, hembras y varones, que necesitan
reorientar sus acciones a favor de una buena convivencia para bien de una
sociedad que debe caminar de la mono de las buenas costumbres.
En los años 60 sus preocupaciones
estuvieron centradas en sacar de los lupanares a jóvenes valiosos que habían
sucumbido en el alcohol, las prostitutas y homosexuales.
Su lucha para la época fue tenaz y muy
valiosa, lo logro y ese logro lo disfrutamos los que para la época cursábamos
la primaria, porque esos reeducados fueron a las aulas a hablarnos de ese
rescate y de lo que significaba vivir atrapado en los vicios y en un mundo
incierto.
Yorik Piña |
Hoy 50 años después lo vemos en esa
misma brega, luchando por la reeducación de jóvenes traviesos en una sociedad
que ha perdido su rumbo y donde la solidaridad se ha ido al carajo.
Luego de varios años viviendo en los Estados
Unidos regresa ese ilustre hombre de bien a su Barahona encontrándose con una
realidad que lo hace retomar el camino de la preocupación a favor de otros,
pero en esencia a favor de la sociedad.
Pero esta solo, pocos lo ayudan en esa
tarea que pudiera ser de todos y aunque él no lo diga su más fervientes
colaboradores son el Alcalde Municipal y uno que otros amigos y ahijados
que residen en el exterior, pero eso no es suficiente.
Para las terapias de reeducación de los
actuales traviesos se necesitan muchos recursos, buenas voluntades, solidaridad
y vinculación de más actores de la sociedad porque al fin y al cabo los
beneficios serán de todos.
Solo habría que imaginar que en nuestros
barrios no haya delincuencia, que los peligros de transitar las calles
desaparezcan porque quienes estaban en esas acciones fueron reeducados y han
pasado de delincuentes a ciudadanos de bien, entregados a sus trabajos y
a su familia.
En esencia eso es lo que procura Yorik Piña en beneficio de todos, pero está solo,
pocos amigos lo entienden, lo ayudan y le tienden su mano amiga, pero se
necesita más por lo que quiero proponer una especie de club o de amigos por la
causa.
Que les parece formar una especie de
amigos por decirlo de alguna manera. ! Un millón de amigos!, que cada uno
aportemos a esa labor de rehabilitación de traviesos diez pesos mensuales, yo
me anoto y desde ya comenzar a aportar todos los meses mis diez pesos, quienes
siguen.
Yorik, está en las redes, la dirección
del local que sirve de albergue es localizable, el tiene su dirección de correo
y tendrá una cuenta para que se hagan los aportes, o habrá lugares específicos
donde llevar las aportaciones.
No lo hagamos por Yorik aunque él sea la
chispa inspiradora, hagámoslo por nosotros mismos, por el futuro de nuestra
sociedad, de nuestra Barahona, por el bien de todos y solo imagínense cuando se logre el objetivo de reeducación, el andar por las calles de su
pueblo como lo hacíamos hace varios años, sin peligros.
Un millón de amigos a favor de Yorik Piña y a favor de tantos jóvenes que hoy viven extraviados, a favor de
nuestra Barahona a favor de un mejor futuro, no dejemos solo a ese ilustre
compueblano, formemos parte de ese millón de amigos a favor de la causa. Si así
lo hacemos Dios nos premiará.
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