domingo, 28 de abril de 2013

FRONTERA, SEGURIDAD NACIONAL Y DESARROLLO

Por Virgilio Gautreaux P.

Virgilio Gautreaux
Los reyes de España “incentivaron” mediante un Edicto de fecha 30 de Abril de 1492, que delincuentes condenados a muerte, se embarcaran con el navegante genovés, a cambio de que se les conmutara su pena. Para 1512 la monarquía española creó incentivos para estimular la producción azucarera en esta isla, afirmando incluso que “algunos ingenios estaban amparados con disposiciones que los protegían de los embargos por deudas”. 

También se otorgaron generosos préstamos a colonos azucareros (ver Franklin Franco: La Población Dominicana, Editorial Universitaria-2012, págs. 20-21 y 55-56). En las décadas y siglos siguientes diferentes monarcas españoles aplicaron incentivos diversos para estimular que personas de la península se radicaran en la isla de Santo Domingo.  Durante mucho tiempo arribaron a esta colonia numerosas familias en búsqueda de mejor suerte. Se financiaban o cubrían pasajes y fletes, como forma de atraer migrantes. 

Juan Pablo Duarte
Luego de nuestra independencia en Febrero de 1844, nuestro gobierno para corregir el incendio y saqueo del ejército haitiano en Azua, promulgó el Decreto No. 11 el 5 de Junio de 1844, abriendo su puerto al comercio internacional y que los productos locales exportados durante dos años serán libres de todo derecho, exceptuando sólo la madera de caoba”. Esta disposición es el primer incentivo otorgado por la naciente República Dominicana. Entre los firmantes del Decreto figura el Padre de la Patria, JUAN PABLO DUARTE. Coincidencialmente este Decreto surge para beneficiar una provincia de nuestro Suroeste. 

 A los Ayuntamientos en la Ley 392 del 29 de Mayo de 1855, se les faculta otorgar facilidades a individuos industriosos y agricultores de ambos sexos”. En las últimas décadas del siglo XIX los gobiernos promueven políticas desarrollistas en la minería, ferrocarriles, comercio y puertos. También se estimula la producción de tabaco, azúcar, café, industrias artesanales, etc. En adición, se otorgan diferentes concesiones a empresarios locales y foráneos en diferentes puntos del país. De esta forma se construyen ingenios, surgen por doquier fincas de café y cacao y se declaran zonas agrícolas numerosas áreas de la geografía nacional, las cuales entran rápidamente en producción de alimentos de origen agrícola y ganadero. También aumenta el número de puertos habilitados para el comercio internacional y se expanden líneas férreas que llevan a los muelles rubros de exportación. 

 En 1881 cuando Barahona es elevada a la categoría de Distrito Marítimo, se le conceden una serie de incentivos para estimular su economía, lo cual impactó rápidamente sobe la demarcación. Para 1889 los legisladores Mota y Damirón solicitaban al Congreso Nacional la reducción de ciertos derechos de importación, el establecimiento de aduanas terrestres, así como también el otorgamiento de “franquicias, garantías y hasta recompensas”, para atraer inversionistas que construyeran el ferrocarril Barahona-Neyba. 

En términos similares se dirigieron al Presidente Horacio Vásquez en Diciembre de 1926 la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Barahona, solicitando incentivos y apoyo gubernamental para incrementar la producción de una serie de rubros, así como la construcción de carreteras. De igual modo solicitaban del Mandatario “su apoyo para que en la provincia fueran creadas colonias de inmigrantes con la esperanza de que las potenciales riquezas de la zona, fueran creadas y se crearan fuentes de trabajo”. 

Ramón Cáceres
Retomando el tema central de estas notas, el despoblamiento de las regiones fronterizas-que siempre preocupó a nuestros gobernantes e intelectuales y desarrollistas-fue objeto de atención por lo cual se promulgaron algunos dispositivos para estimular que dominicanos se radicaran en esas zonas. En este tenor, el 29 de Julio de 1905 con el Decreto 4597 se crea el cargo de “DELEGADO EN LA FRONTERA” con una serie de atribuciones. El Presidente Ramón Cáceres promulga el 20 de Abril de 1907, la Ley 4797 sobre Colonización y Fomento de las Fronteras, con la cual “Se declara de utilidad pública el fomento de todas las comarcas colindantes con la República vecina de Haití desde la Común de Dajabón inclusive hasta la desembocadura del río Pedernales”. 

En esta Ley se apropiaban 40 mil pesos americanos anuales para atraer 40 familias de agricultores de la raza blanca cada año por cuenta del Estado. Cada familia recibiría: a) La suma de $ 110.00; b) 200 tareas de monte para cultivarlas; c) Una mensualidad de $ 30.00 durante un año; d) 3 palas, 2 picos, 2 azadones, cinco machetes y 4 hachas. 
Horacio Vasquez

En 1927 el Presidente Horacio Vásquez crea una Colonia de productores agropecuarios al lado dominicano del río Pedernales que estaba despoblado. De ahí surge la provincia de Pedernales. El tirano Trujillo también diseñó una política modernización en pueblos fronterizos. 

 Como puede observarse, la LEY 28-01 tiene un largo genoma. Mientras los verdaderos “DUEÑOS DEL PAÍS” satanizan con toda su artillería mediática y lanzan a los pasillos del Congreso Nacional hábiles cabilderos para desguabinar la LEY 28-01, en muchas partes del mundo existen leyes especiales de desarrollo fronterizo. Los 44 legisladores que tienen la provincias de Valverde, Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Elías Piña, San Juan de la Maguana, Bahoruco, Independencia, Azua, Pedernales y Barahona, tienen una gran responsabilidad con las comunidades que votaron por ellos para que defiendan los intereses de los pueblos que representan. Estas once provincias en conjunto, representan la zona con los peores indicadores en materia de Desarrollo Humano. Los elevados índices de pobreza, analfabetismo, insalubridad y marginalidad, requieren atención inmediata. En lugar de quitar los pocos instrumentos de que disponen para atraer inversionistas-como aspiran los “DUEÑOS DEL PAÍS”-debieran aumentarse los actuales incentivos y expandirlos incorporando otras demarcaciones cercanas, tales como Azua, Barahona y San Juan de la Maguana.


La ausencia de programas gubernamentales efectivos para la “zona fronteriza ampliada”, está provocando que esta parte del país se esté despoblando rápidamente. El censo nacional de población del 2010 reflejó que varias provincias de este grupo, tuvieran crecimiento negativos en su población. A pesar de que las once demarcaciones citadas ocupan el 40% del territorio nacional, en ellas sólo habita el 13% de la población. Mientras la densidad de personas por Km2 a nivel nacional es de 196, para las once provincias señaladas es de 66. El promedio nacional supera casi tres veces el prevaleciente en el G-11.

En algunas de estas demarcaciones se reduce la población, debido a la estampida de jóvenes de ambos sexos que huyen ante la falta de oportunidades. Las once provincias que integran el G-11 (Valverde, Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Elías Piña, San Juan de la Maguana, Bahoruco, Independencia, Azua, Pedernales y Barahona), tienen graves problemas en materia educativa. El 55% de los habitantes de Elías Piña son analfabetos funcionales. En Independencia son el 45%, en Pedernales 41% y Santiago Rodríguez 36%. En Elías Piña el 21% de su población es totalmente analfabeta.

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