lunes, 19 de octubre de 2015

Pablo Sánchez Cavallo. ¿Me estoy poniendo viejo?

Por Pablo Sánchez Cavallo
Psicólogo
Tengo conversaciones con muchos jóvenes, los cuales a menudo son tajantemente francos, frases como ¿Es que usted es un viejo y no entiende muchas cosas? Y la respuesta clásica que todavía me hace reír. Mi pai, eso era en su tiempo. Ellos juzgan desde la petulancia de su edad, quieren volar, lo saben todo, quieren beberse el mundo de un trago, sus verdades son tajantes, sus éxitos los hacen conquistadores del universo, sus fracasos los hunden en la más terrible desesperación. No saben que existen muchas líneas difusas entre la oscuridad y la luz y sus verdades, son suyas y ya. Como la canción. El ganador se lo lleva todo. Alberto Cortez, en una de sus canciones, no recuerdo cual, nos dice refiriéndose al joven.



"Uno va subiendo la vida, de a cuatro los primeros escalones. Tiene todas las luces encendidas y el corazón repleto de ilusiones. Uno va quemando energías, es joven, tiene fe y está seguro. Soltándole la rienda a su osadía, llegara sin retrasos el futuro. Y uno sube, sube, sube. Flotando como un globo en el espacio. Los humos los confunde con las nubes, subestimando a todos los de abajo.

Y así son. Pero me hacen preguntarme. ¿Soy viejo? Me hacen reflexionar estos muchachos, son terribles, desconsiderados y hermosos".
Reflexiono:

Mi mente y mi corazón están jóvenes, a veces quiero hacer cosas y el cuerpo me recuerda que ya no está en capacidad de realizar lo que el corazón quiere y la mente exige. Entonces… ¿Estoy viejo?
¿Entonces por qué digo mi cuerpo? Acaso soy el o soy otra cosa. Si digo mi cuerpo,¿ no lo digo como mi camisa o mis zapatos etc.?, que los tengo pero sé que no son yo. La vida es el gran misterio, el enigma fundamental de todas las cosas. El ateo piensa una cosa, el creyente otra, el científico quiere saber qué es, y sin embargo, a todos, como el agua que se nos escurre entre los dedos, se nos escapa su secreto.
Si estoy viejo, o me estoy poniendo viejo.

¿Por qué mi corazón sigue tan lleno de emociones como niño?
¿Por qué mi mente, sigue igual de curiosa?
¿Por que al mirar a los ojos de mi hijo, siento un amor que duele?
Quizás aquellos que nos llaman viejos, no se dan cuenta que la vida nos va quitando unas cosas y nos va regalando otras. Tal vez, nos quita la facultad física para saltar como un joven, pero nos va regalando otras habilidades. No sufro tanto por cosas que el joven todavía falta por aprender. A lo mejor me da achaques y dolores, como si me dijera.

Esto no es todo…. Esto no es todo

Desde su comenzar de la vida en el ímpetu de su juventud, y con raras excepciones el joven ve desde su perspectiva que soy la persona que llega al final, no se dan cuenta en realidad, que sucede dentro de mí, qué mi mente y mi corazón todavía están jóvenes, que a veces quiero hacer cosas y el cuerpo que si envejece me recuerda que no puedo hacerlo. Que la vida me ha dado el regalo de ir quitándome cosas para ir preparándome a otra experiencia.
Entonces…

Este misterio …..Este misterio. Este hermoso misterio que me desborda y me hace decir.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto, Que me permite llorar, y también reir.
Ya comprenderán estos bellos jóvenes. Algún día, comprenderán.


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