Por: Lic. Luis Matos
Lic. Luis Matos |
No he podido comprender que después
del 1844, donde Los Trinitarios arriesgaron
sus vidas para que los dominicanos fueran libres y soberanos de todas
potencia extranjera, luego fue emulados por eL "benefactor de la patria"
el tirano Rafael Leónidas Trujillo, reconfirmando la soberanía dominicana e
independencia de nuestro territorio, ha sido vilmente burlado por nuestro presidente
Lic. Danilo Medina, permitiendo la invasión pacífica, en el territorio nacional, a los haitianos.
De acuerdo a la constitución Dominicana es
derecho de los dominicanos y únicamente de los dominicanos el territorio
nacional; pero vemos como gobiernos internacionales vienen aquí a imponer su criterio y determinan
realizar construcciones para los haitianos en nuestra patria, expresándolo
públicamente sin respuesta alguna por los mandos correspondientes.
El
artículo 9 de la constitución Dominicana establece con claridad: Territorio
Nacional. El territorio de la República Dominicana es inalienable, y el artículo 3 expresa sobre la
inviolabilidad de la soberanía y principio
de no intervención. La Nación
dominicana es un Estado libre e independiente de todo poder extranjero. Es inviolable. Ninguno de los poderes
públicos organizados por la presente Constitución puede realizar o permitir la
realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en
los asuntos internos o externos de la Republica Dominicana.
Ahora
bien corríjanme si tengo alguna equivocación. Ha cumplido el señor presidente
con este mandamiento de nuestra carta magna?
¿Por
qué España envía sus representantes anunciar construcciones en el Estado
dominicano para los haitianos y recientemente el inicio de otro hospital en
Puerto Plata, exclusivo para los haitianos?
O será que las deudas donde ha llevado a la nación, no le permite al señor presidente
la defensa del Estado Dominicano como lo
hiciera Duarte y el hoy aclamado Trujillo por los malos gobiernos que nos han
sucedido en los últimos cincuentas años.
NO
a la invasión. No a la unificación. Somos dominicanos y moriremos en defensa de
nuestra nacionalidad.
José
Martí afirmó que: "con Haití no hay posibilidad de entendimiento. Todas
las verdades de las ciencias políticas y económicas se estrellan contra esa
realidad brutal. Es una cultura de miseria, depredación y pobreza que se los
tragará irremediablemente. Cierren la frontera
o restrínjala al máximo. Que se invierta todos lo que se quiera invertir en
Haití pero que no liguen los pueblos porque Haití no es una nación es una masa
de gente y con intenciones muy siniestras hacia los dominicanos.
Aun
así nuestro presidente, abre la frontera.
O no es dominicano o no le importan los dominicanos.