Por: Juan Linares, SEB
Hace unos días, el 18 de abril, en el Centro Cultural Narciso González, la ONG Visión Mundial presentó la Campaña “Basta de Bullying”, buscando el bienestar de la niñez y de este modo que cada niño, niña y adolescente esté educado para la vida, en un ambiente libre de violencia en todas sus manifestaciones.
Como sabemos, el acoso escolar es cualquier forma de maltrato, ya sea psicológico, verbal o físico producido entre escolares de una forma reiterada y durante un buen período de tiempo. Nos encontramos por tanto ante una forma de violencia escolar.
Es este un nuevo peligro para nuestra niñez y adolescencia, al que hemos de estar muy atentos, especialmente los padres y educadores, con la finalidad de prevenirlo y evitarlo, pues se puede convertir en una tortura que trae secuelas muy graves, sobre todo psicológicas, que son muy dañinas.
La prevención por parte de los padres se enfoca en una buena educación familiar, pues el que ha sido mal educado reproducirá en la escuela los hábitos anteriormente adquiridos. No respetará, no tendrá empatía ni con los profesores ni con sus compañeros, será una persona frustrada y se vengará de los demás.
Cuando en un centro educativo hay ausencia de un clima adecuado de convivencia y sana amistad puede aparecer el acoso escolar. De la misma manera cuando no hay una buena educación en derechos humanos, cuando no se respeta a los demás.
Con el acoso escolar se intimida, amedrenta, apoca, margina, emocional e intelectualmente, a las víctimas, con la clara finalidad de relajar, someter, agredir, e incluso destruirlas como una manera de ejercer un poder, de reírse de los demás o de hacer una maldad.
Por parte de los acosadores, es ésta una manera tanto de ejercer un protagonismo como de quererse distinguir sobre sus iguales como alguien fuerte y dominador. También pretende con estas acciones destruir al que no es su seguidor, al que se resiste a sus propuestas, al que es diferente, al que sobresale académicamente, al que defiende unos principios morales.
Es muy frecuente que el niño, niña o adolescente que acosa a otro se vea rodeado de un grupo de compañeros que se suman de forma gregaria al comportamiento de hostigamiento contra la víctima.
En todos estos casos es preciso que el profesor o la autoridad del centro ponga límites a este tipo de conductas y es preciso tomar conciencia de estas situaciones mediante la “asistencia” o presencia de acompañamiento en los recreos y en el tiempo libre.
Los tipos de acoso escolar pueden ser diferenciados: bloqueo social, hostigamiento, manipulación, coacciones, exclusión social, intimidación, agresiones, amenazas...
Es de suma importancia detectar las situaciones de acoso escolar y montar los medios necesarios para resolver adecuadamente estas situaciones.
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