lunes, 9 de julio de 2018

El precio de libertad, es la sangre

Por: Lic. Luis Matos
Recurriendo a la Psicología Social, se ha determinado que la verdad no es solo más que una construcción de la sociedad en desarrollo.
 Después de las expresiones de José Martí, en cuanto a la nación de Haití sobre si son un Estado, queda comprobado que si en verdad debió mantenerse como la realidad, en  una maza de gentes que no se adaptan a ninguna realidad de seres civilizados.
 La amenaza que ha vivido el pueblo dominicano desde su formación nunca ha sido tomada en cuenta por los enemigos de la nación dominicana; sino para forzar las debilidades de los presidentes dominicanos, encontrando su punto más débil en el actual presiente Danilo Medina, quien olvidando los principios de la dominicanidad ha permitido la estocada mortal a nuestra nación con la invasión pacifica que se ha implementado sin importar el costo de la independencia nacional.
El presidente, quien es elegido como la figura de dirección de una nación, tiene el deber de mantener su nacionalidad por encima de cualquier fuerza extranjera sin comprometer la soberanía y estabilidad de los nacionales a quienes dirige. En este caso, nos equivocamos al elegir al similar del traidor Santana, quien a puesto la soberanía y desarrollo de la nacionalidad dominicana en juego de Sangre.
Como somos tan pacíficos y bondadosos, nos cargan con responsabilidades ajenas a los intereses dominicanos. Las mutilaciones y asesinatos de dominicanos por parte de haitianos ya sobre pasan las 500 personas, quienes de inmediato se trasladan a su natal Haití donde son absueltos por sus autoridades judiciales, alegando no tener convenios de extradición con la Nación Dominicana, es una burla del diario vivir.
Estos eventos nunca pasaron en otros gobiernos. Hoy somos hasta invadidos esporádicamente por patrullas del ejército haitiano en diferentes partes de la frontera y la guardia nacional cruzada de brazos, por orden de quién?
Para cuando  veremos acciones del señor presidente? ¿Será que nuestra única solución es la creación del muro divisorio para mantener nuestra dominicanidad? ¿O solo el enfrentamiento de fuerza entre las dos naciones como única salida en mantener la libertad dominicana.
Por qué las Naciones que visitaron al presidente en los momentos de su ceguera por continuar en la dirección del país, nos cargan cada una de ellas con dos millones de nacionales haitianos. La Guyana Francesa, deshabitada aun, sería la solución de este conflicto. Me pregunto qué quiere el presidente con esta invasión de los nacionales haitianos a la dominicana?, será que el grupo de ambiciosos dominicanos tiene más fuerza que toda la población de esta nación o el compromiso de los funcionarios es tan grande que no vemos las deformación de los ideales de Duarte y el sacrificio de la sangre derramada para la libertad de esta nación?

        

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