Por Alfredo Ferreras
ANCESTRAL ROBLE DE SOMBRA INFINITA
RECOGE SUS RAMAS, Y SE LLEVA AL SEPULCRO SECRETOS Y VERDADES SIN LOS
CUALES LA HISTORIA DEL SIGLO XX BARAHONERO SIEMPRE QUEDARÁ INCONCLUSA
SU NOMBRE:
MIGUEL BRILLA BRILLE
(MIGUEL LA PONZOÑA)
(MIGUEL LA PONZOÑA)
IMPORTANTE ACLARACIÓN INICIAL
Alfredo Ferreras |
Desde
que tengo uso de razón conocí a Miguel. Era y es parte muy importante y
estimada de la familia OLIVERO- BERROA; vivía con ellos. Su residencia
familiar estaba contigua a la frontera oeste del hospital “Jaime Mota”
(aún permanece la casa) y casi al frente de mi casa materna. Reitero, la
familia Ferreras le profesó a Miguel inefable amor y entrañable respeto.
Para muchos, hablar de este Miguel es
hablar de alguien que cursó sus mejores años en las aulas de aquella
Barahona bucólica y cosmopolita que tenía al Rivadavia como ALMA MÁTER.
Para
otros, hablar de ese Miguel es referirse a alguien bajo cuya sombra y
cuidados nacieron los tres vástagos de don Daniel Olivero y doña
Angélica Berroa: Dr. Luis Olivero (epd), Danilo y Francia. Alguien que
pasó muchísimos años bajo el escrutinio de Miguel, fue IRENO (el mismo malogrado en duelo mortal con Niño Santó en
plena Guerra de Abril). Ireno era hijo de crianza de Daniel y doña
Angélica. Vivía en casa de ellos, y también su hermoso y grande perro
negro.
Miguel Brilla Brille era hermano paterno de una
gran estirpe de barahoneros: Toñito, Manolín, Panchín y Zaida (la
esposa de Víctor Lagares). Falleció con 101 años cumplidos y es una
verdadera lástima, que en los últimos años, en ese BON de historias que
se redactan motivadas en el milagro cibernético, ningún historiador ni
“historiador” barahonero se interesara en esta fuente inestimable. Sustento lo afirmado.
Algunas son de alto riesgo, pero van:
Algunas son de alto riesgo, pero van:
a) Nadie mejor que Miguel, en toda la República Dominicana, podía aportar detalles tan coherentes y tan irrefutables acerca de la verdadera paternidad de un ex -presidente dominicano.
b) Quién mejor que Miguel conocía el carácter y consecuencias (casi siempre positivas) de la amistad, profunda amistad de Trujillo y María Yapour.
c) Miguel conoció
a María Montez, podía referirse a ella como una coterránea más; pero
fue una fuente ignorada por los organizadores del famoso y privatizado
CENTENARIO.
En síntesis, Miguel vivió con el siglo XX barahonero; y lo vivió tomado de las manos.
Regresé
a mi país y a mi pueblo hace aproximadamente un año. Estando ausente,
Miguel arribó a los años de vida; por tanto, una de mis prioridades al
llegar a Barahona era hacer contacto con Miguel; y así lo hice: Lo
busqué y localicé, en la calle Cambronal, muy cerca del parque de Los
Suero. Aquella tarde estaba él donde una familia amiga, ésa familia
puede tal testimonio del inmenso amor emanado de ese inolvidable
encuentro. Hablamos algo de esa historia fascinante aún no escrita,
quedamos de seguir conversando; pero se hizo tarde.
Miguel
ha partido, falleció en la ciudad capital, y en la ciudad capital será
sepultado. Al momento de su partida no le conocimos descendencia; pero
una multitud de hombres y mujeres a quien él vio crecer, lo consideramos
como verdaderamente padre, por sus cuidados, su incansable solidaridad,
por las tantas veces que consoló y confortó familias que vieron partir
sus cabezas, porque sus manos siempre estuvieron extendidas sin esperar;
por su prudencia, por la separación de planos que supo hacer, por la
dignidad conque vivió sus últimos 50 años (los que yo conocí.
Suficientes para avalar mis juicios). Recuerdo, con profunda mezcla de
gratitud y tristeza, que es precisamente Miguel quien cierra los ojos
de mi madre (doña Oliva) aquel tristísimo 23-sept-86, cuando depositó
su espíritu en alas de eternidad.
Yo
no soy historiador, periodista ni investigador; solamente un barahonero
con una particular y casi excéntrica manera de percibir las cosas. Me
atrevo a escribir respecto algún evento, cuando percibo que corre el
riesgo de pasar desapercibido o; también escribo, en situaciones muy
especiales. Por ejemplo: Cuando me harto e indigesto de ver A LA MENTIRA
EN EL TRONO Y LA VERDAD EN EL PATÍBULO.
Hoy, Miguel se nos ha anticipado en ese viaje que
no tiene retorno; inevitablemente, otros le seguiremos y, recordando la
conocida frase de Rodriguito, en su narrativa de tragedias “El
INFORMADOR POLICÍACO”: Y “LA VIDA SIGUE SU AGITADO CURSO”. Entre
esos a quienes la vida arrastrará en su agitado curso, aún quedan
hombres y mujeres centenarios, que atesoran mosaicos con los cuales
completar importantes cuadros históricos; por tanto, sirva este partida
como un replanteamiento de la búsqueda y construcción de lo que es
enteramente nuestro: LA HISTORIA DE NUESTRA PUEBLO.
DESCANSA EN PAZ, MIGUEL.
TE RECORDAREMOS CON EL AMOR, EL RESPETO Y LA DIGNIDAD QUE DE TI MISMO APRENDIMOS.
En nombre de muchos,
Alfredo Ferreras.
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