Por Yorik Rafael Piña F.
Psicólogo Clínico
Hurgando el DSM-IV |
| Yorik Rafael Piña F. |
Las deficiencias evolutivas o retraso mental consisten, según el DSM IV, "en una capacidad intelectual general significativamente inferior al promedio".
La deficiencia puede ser leve cuando el cociente intelectual se registra entre 50 y 70. El retraso mental moderado cuando se sitúa entre 35 y 55. Es grave entre 20 y 35 y es profundo cuando el CI es inferior a 20.
Los niños con retraso mental leve (50-70) se consideran educables y pueden tener un relativo éxito académico hasta el 6to curso de primaria. El 85% de la población con esta deficiencia, corresponde a este grupo.
Desde el nacimiento hasta, aproximadamente los cinco o seis años, es decir, en la edad preescolar suelen ser bastante sociales y comunicativos. Se comportan y se desenvuelven de la misma manera que los que no padecen el trastorno. Este es notorio en edades posteriores.
En la edad adulta pueden necesitar supervisión y ayuda en casos de conflictos sociales o económicos.
Los niños con retraso mental moderado (CI-35-55) son adiestrables y son el 10% de los que padecen el trastorno. Pueden ejecutar trabajos con supervisión moderada y son capaces de atender su cuidado personal con muy poca ayuda.
El 4% de la población con deficiencias evolutivas (Retraso Mental) son diagnosticados con retraso mental grave. Si logran algun tipo de comunicación lo hacen con suma dificultad. Pueden aprender a hablar; pero con mucha dificultad para su cuidado personal.
La población con deficiencias evolutivas que padece el retraso mental profundo es el 1%. La mayor parte de ellos padecen una enfermedad neurológica. Necesitan supervisión constante.
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