lunes, 24 de diciembre de 2012

BARAHONA ANTITRUJILLISTA. CAMPAÑA ELECTORAL DE 1930.


Por: Virgilio Gautreaux P.
Antecedentes

La provincia de Barahona históricamente ha sido una zona que ha luchado por la libertad y la democracia. Esta visión aumenta si tomamos en consideración que para 1930, ésta  comprendía el vasto territorio que hoy comprende la Región Enriquillo, formada por cuatro provincias. En sus valles, montañas y costas se libraron importantes combates, además que era lugar preferido para insurrecciones. Enriquillo, Lemba y otros luchadores, anduvieron por las sierras de Neyba y Bahoruco, pregonando por la emancipación.

Durante las diferentes invasiones francesas, haitianas, españolas y norteamericanas, los hombres y las mujeres de esta parte del Sur, supieron enfrentar la soldadesca que ocupaba nuestro territorio. Esa tradición libertaria, se transmitió de generación en generación, al punto, de que durante la guerra patria de 1965, importantes contingentes de soldados y de civiles combatientes, eran originarios  de las provincias de Barahona, Bahoruco, Independencia y algunos de Pedernales.

Golpe de Estado contra Horacio Vásquez

Rafael Trujillo
Horacio Vásquez
Trujillo, Jefe del Ejército Nacional, en coordinación con políticos opositores a Vásquez y al Vicepresidente José Dolores Alfonseca, estructura una maquinaria golpista que él controlaría en plano militar, mientras que la parte civil  la encabezaría Rafael Estrella Ureña. Un buen número de  generales del interior del país respaldan el golpe iniciado el 23 de Febrero de 1930, forzando a la renuncia de los máximos ejecutivos de la nación. El lunes 3 de Marzo de 1930, Rafael Estrella Ureña la es proclamado como Presidente de la República por la Asamblea Nacional. Una de sus misiones más relevantes es el montaje de las elecciones de Mayo de 1930.


Situación luego derrocamiento de Vásquez

Federico Velásquez
Ya en el poder los golpistas aceitaron su maquinaria represiva, siendo el ejército nacional la parte más activa de las agresiones que en todo el país efectuaban comandos y pandillas cívico-militares. Delincuentes comunes salían de ciertas cárceles a realizar tropelías y actuar como sicarios. Esta campaña de hostigamiento arreció luego que el 27 de Marzo de 1930 el partido  Nacional liderado por Horacio Vásquez y el partido Progresista dirigido por Federico Velásquez, formaran la alianza Nacional-Progresista, para cerrarle el paso a Trujillo y sus secuaces.

Represión abierta  en plena campaña:

En Moca conforme a una crónica del Listín Diario de fecha 15 de Abril de 1930, se destaca que oradores que participaron en una concentración de la Alianza Nacional-Progresista fueron apresados y golpeados por el Teniente Ludovino Fernández. Los más golpeados  fueron el periodista Armando Almánzar y el Sr José Rodríguez. El Sr Almánzar al ser cuestionado por el militar sobre sus pronunciamientos políticos y éste expresar sus convicciones, fue golpeado por el oficial y atacado a culatazos por los guardias presentes mientras lo introducían en una celda.

Cipriano Bencosme (Padre)
Los militares hacían disparos de forma frecuente para amedrentar las manifestaciones contrarias a Trujillo. En las comunidades rurales de Moca cometían muchos abusos. Contra estos desmanes protestó enérgicamente un hijo del Diputado mocano, Cipriano Bencosme.

Ante los atropellos generalizados en todo el país, alguien le enrostró a Estrella Ureña pasadas expresiones suyas en el parque de Santiago de los Caballeros donde afirmaba: “Pueblo, pueblo mío, tendréis elecciones libres porque el Gobierno tendrá que dictar leyes que garanticen este derecho, y si no, la punta ensangrentada  de mi espada arrasará gobierno y leyes”.

En Neyba se realizaban importantes concentraciones  y recorridos por las comunidades vecinas, por parte  de la Alianza Nacional-Progresista. Por el contrario, en apreciación del mocano León de J. Castaños “la llamada Confederación de Partidos que postula la candidatura Trujillo-Estrella Ureña se formó en un momento de confusión, de completo desconcierto político, antes de que las fuerzas de los partidos Nacional y Progresista  hubieran perfeccionado su acuerdo de ir juntos a la próxima contienda electoral. La susodicha amalgama de tantos partidos distintos, con distintas ideologías, hecha con sobrada precipitación, no ha tenido, ni podrá tener la suficiente consistencia, por no poder garantizar todos y cada uno de los intereses que allí concurrieron defensivamente en un momento precario”.  Ver Listín Diario de Abril 8 de 1930.

Luis Felipe Mejía
El Diputado Luis F. Mejía en una carta pública de fecha 18 de Marzo de 1930 aparecida en el Listín Diario dirigida al Presidente Estrella Ureña, le informa que sus seguidores gobiernistas en Pimentel asaltaron el Ayuntamiento de dicha Común, “adueñándose del fondo comunal e impidiendo-manu militari-que actuaran los Regidores electos por el pueblo cuyos mandatos no han expirado aún y quienes no han renunciado a sus cargos”. En su condición de Presidente que juró respetar la Constitución y estar llamado a velar por las instituciones, Mejía le expresa: “en mi calidad de Diputado por la Provincia Duarte, os comunico  esta patente violación a la Ley sustantiva y os pido en cumplimiento de vuestros deberes constitucionales, que ordeneis la desaparición de la expresada situación de fuerza que impera en dicha localidad”.

Presidente Estrella Ureña
A pesar de que conforme a la Ley 1274 del 10 de Abril de 1930, el Ejército debía estar acuartelado y no participar en política, sus miembros eran vistos recorrer la nación vestidos de civil como activistas trujillistas y fuerza de choque contra las concentraciones opositoras. De todo el país llegaban telegramas a la Junta Central Electoral denunciando las violaciones de los militares a esta disposición, razón por la cual el organismo electoral le dirige el 14 de Abril de 1930 una comunicación al Presidente de la República,  con testimonios de la presencia de los uniformados en actividades políticas anexándole a dicha carta telegramas “por los cuales podrá enterarse de que el Ejército Nacional no está reconcentrado en los cuarteles de las cabeceras de provincias, tal como lo manda la disposición No. 14 de la Ley No 1274”. Esta correspondencia apareció en primera página del Listín Diario.

Manuel A. Peña Battle
Descubiertas las reales intenciones del dúo Trujillo-Estrella Ureña donde uno dirigía abiertamente la campaña represiva y los asesinatos, mientras el otro los justificaba, se produce, en protesta, una cadena de renuncias del tren gubernativo, donde dimiten Martín de Moya (Secretario de Interior y Policía), Antonio E. Alfau (Procurador General de la República), Manuel A. Peña Batlle (Presidente Comisión Delimitadora de Frontera), F. A. Vicini (Jefe del Departamento de Comercio). Asimismo, en todo el país salen ejecutivos del área de correos, radiotelecomunicación, gobernación y justicia, entre otras. También se producen renuncias en las oficinas diplomáticas dominicanas en Washington, París y Puerto Príncipe. El Dr Ángel Soler no acepta la Secretaría de Hacienda, mientras en Barahona, Jaime Mota hijo renuncia a la candidatura a Diputado por las huestes trujillistas.

El 8 de Abril de 1930 reseña del Listín Diario destaca que una importante caravana aliancista recorrió las ciudades de Azua y San Juan de la Maguana y que al retornar fueron desarmados dirigentes de la convergencia y dos legisladores. Las armas fueron devueltas posteriormente,  pero la campaña de hostigamiento se recrudecía.

Estrella Ureña en estos comicios jugó un fino juego político. En el papel parecía ser un estadista liberal, sin aparente preferencias partidarias. Fue un gran simulador maquiavélico. El 15 de Abril de 1930 en comunicación al Secretario de Justicia-Cayetano Armando Rodríguez-le instruía no perseguir periodistas, escritores y políticos que le atacaran. Sin embargo, al día siguiente al recibir una comunicación del Presidente de la Junta Central Electoral sobre denuncias de atropellos de la guardia contra la  ALIANZA NACIONAL PROGRESISTA en todo el país, manifestaba que “tan pronto los militares se retiraban a sus cuarteles, surgían bandas armadas”, razón por la cual los efectivos debían seguir con sus “actividades de prevención”. Es decir debían continuar con los registros, golpizas,  apresamientos  y hasta asesinato de opositores.

El Presidente Estrella Ureña-sin duda alguna-era de los beneficiarios de estas agresiones. Recordemos que él era candidato a la vicepresidencia en la boleta trujillista. A pesar de sus reiteradas expresiones de respeto a la democracia, nada hizo para contener a sus partidarios en su campaña de abusos y crímenes. A medida que se acercaba la fecha de los comicios, mayor era la represión. Las denuncias aumentaban, especialmente en aquellas poblaciones donde la colación golpista consideraba que estaba en desventaja.

En una acción típica del terrorismo militar implantado, a mediados de Abril de 1930 fueron ametrallados varios integrantes del gremio de choferes, entidad que se oponía a los trujillistas. Los agredidos marchaban a visitar los deudos de un compañero fallecido. Gracias a la habilidad de los dos conductores al volante, sólo resultaron heridos algunos. Los autos fueron perseguidos tenazmente por otros vehículos donde hábiles tiradores-presumiblemente militares-disparaban a mansalva. Este horrendo atentado fue reseñado por el Listín Diario.

El Dr Luis f. Mejía en su libro De Lilís a Trujillo describe que un Domingo en la tarde en momentos que se celebraba un mitin Aliancista “mientras peroraban los oradores, evolucionaban, por encima de nuestras cabezas, aviones del ejército con el fin de intimidarnos”. Esta obra constituye una buena referencia para conocer estos y otros sucesos de la  época. 

Represión en Barahona   

Previo al Golpe de Estado, ya elementos del ejército y de la policía estaban en todo el país ejerciendo presiones sobre la ciudadanía, acciones éstas que perseguían aterrorizar la población. El 24 de Diciembre de 1929 un 2do Teniente del Ejército Nacional-Maximiliano Mieses-realizó una serie de agresiones y tropelías contra ciudadanos que transitaban por la ciudad de Barahona. Atropelló y apresó más de 30 personas. Montado en su caballo ingresó al parque central-lo que estaba prohibido-a la vez que penetró en negocios y restaurantes, derribando el mobiliario y clientes. El Listín Diario en su edición del 3 de Enero de 1930, incluye una comunicación que un grupo de personas le dirige a Trujillo reseñando el suceso, destacando que el oficial “tiene alarmados los vecinos de la ciudad de Barahona. El pueblo entero protesta y exige que se aplique a Mieses la sanción que esas  graves faltas requieren”.

En la sesión de la Sala Capitular del 11 de Febrero de 1930, se conoció una comunicación del Comisario Municipal que citaba la insubordinación de un Capitán de ese organismo, el cual además hizo varios disparos que alarmaron la población. Se ordenó una investigación sobre este suceso. Posteriormente al Capitán Armando Santana fue destituido. Este caso constituía una señal del malestar que se venía gestando.

Producido el Golpe de Estado-conforme a la versión de Don Matías Suero en su libro Fundación de Barahona-el autoproclamado Síndico, Sr Buenaventura Sánchez Féliz, envía dos de sus sicarios a buscar las llaves del Ayuntamiento, que estaban en manos del titular-Trajano Potentini-el cual estaba en una peluquería, siendo conducido compulsivamente, a medio pelar, al local municipal donde éste hizo entrega de dichas llaves. Ver pág 291 de la citada obra.

Felix Hermida
Al inicio de la asonada del 23 de febrero, los conjurados barahoneros ocuparon militarmente el local de la Gobernación y las dependencias  públicas  consideradas estratégicas.  El 26 de Febrero un grupo de civiles armados ocupó el Palacio Municipal. Los funcionarios edilicios fueron presionados para que renunciaran. En otras dependencias públicas, se hacía el mismo reclamo. Sin embargo, el 3 de Marzo el Capitán Félix Hermida, Oficial Comandante y el Mayor F. Barón González, Teniente Médico de la 5ta  Compañía E. N.,  invitaron  los integrantes de la Sala Capitular para entregarle el local.  Reunidos formalmente ese mismo día, los munícipes  procedieron a nombrar al Sr Ángel María Cuello (Macho Blusa) Comisario Municipal, por haberla dejado acéfala su anterior titular, Rafael Persia. Los oficiales y rasos de dicho Cuerpo, fueron ratificados en sus puestos. Se aprobó dar un Voto de Confianza al Oficial Comandante el EN y demás oficiales, por su actuación comedida frente a los sucesos acaecidos. Igual distinción se le confirió al Sr Alfredo Latour.

La composición de la Sala Capitular, era la siguiente:

Alfredo Latour-Presidente

Nicolás Ruiz-Vicepresidente

Trajano Potentini-Síndico

Lic. Alcibíades  Alburquerque-Vocal

Jabib Asmar-Vocal

Sr. Saviñón-Secretario

El 18 de Marzo, a pesar de que fue convocado este Organismo municipal, debido a la situación de inestabilidad reinante, no hubo quórum para la reunión. En el Acta firmada por el Secretario, aparece también un “Regidor” nuevo, el Sr Plinio Féliz.

Ante estos acontecimientos de inestabilidad política reinante, el 19 de Marzo 36 personalidades barahoneras suscriben un Comunicado donde  se informa que “el Honorable Ayuntamiento de la Común de Barahona, ha dado Un Voto de Confianza a su Presidente Don Alfredo Latour por su incansable lucha, con entereza y carácter, evitando rozamientos, defendiendo y garantizado el sosiego y tranquilidad de las familias de Barahona durante los acontecimientos políticos últimos”. El documento salió publicado en el Listín Diario el sábado 22 de Marzo de 1930. Entre los firmantes del texto figuran Carlos Mota, Osvaldo Quezada, Bernardo Díaz, Sócrates Lagares, Don Lico Fiallo, Carlos Julio González, Don Fellito Peguero, Silvestre Vásquez, Nanito Vidal, Julio Fabián, Raúl González y Leonardo Lembert hijo, entre otros.

Nuevamente se reúne la Sala Capitular el 24 de Marzo de 1930, siendo uno de los puntos relevantes la solicitud de licencia “por diez días” formulada por el Síndico titular, Sr Trajano Potentini, la cual fue concedida. Para esos días, los directivos del Ayuntamiento estaban recibiendo fuertes presiones y  amenazas.  Ese mismo día en horas de la mañana al parecer se produjo una insubordinación de parte de la Policía Municipal, razón por la cual “se resolvió hacer una exposición de los hechos al Señor Secretario de Estado de Interior y Policía, habiéndose también dado cuenta del radiograma que con este mismo motivo, fue enviado esta mañana al Honorable Presidente de la República”.

No hubieron más reuniones formales luego de la efectuada el 24 de Marzo, y es el 18 de Abril de 1930, cuando se produce “formalmente” el Golpe de Estado Municipal. Ya el Sr Buenaventura Sánchez Féliz, se había apoderado del cargo de Síndico Municipal. En una Reunión Extraordinaria donde estaba presente también el Gobernador interino, Sr. Manuel Eduardo Méndez, se procedió a conocer las credenciales de los “Regidores en Comisión”enviadas por el Poder Ejecutivo. Los nuevos regidores serían los señores Eliseo Sepúlveda, Fued  Tonos, Américo Lora y el Doctor Alcides Veloz. De esa forma quedaron destituidos los anteriores incumbentes. Sobre este particular en una información salida en el Listín Diario de fecha 7 de abril de ese año, se reseña lo siguiente: “Ellos caen dejando como estela luminosa el dolor de la Común pues llevan sus manos limpias del oro del peculado. Desde el punto de vista del Derecho estas renuncias son nulas”.

Los maltratos contra los barahoneros opositores a la candidatura oficial Trujillo-Estrella Ureña aumentaban. Una información fechada desde Barahona el 2 de Abril y publicada en el Listín Diario el 7 de abril de 1930, que llevaba como título “Se describe la actual situación de Barahona, víctima de todos los atropellos”, narraba las acciones represivas de los militares,  cuyos oficiales siembran el terror manifestando que “desde que se mueva uno, hay sangre”. Más adelante el escrito señala que “la justicia es el campo más propicio para los que actúan como facciosos, pues la corrupción causa espanto aquí. El vicio es protegido por los que están en el deber de reprimirlo”.  La nota-calzada por el Sr José Esteban Andújar-concluye afirmando: “El ejército sigue atropellando en plena calle a ciudadanos pacíficos. Cuando se respetarán las leyes?  Cuando se cortarán los groseros abusos del ejército?

Rafael Trujillo
El grupo Trujillo-Estrella Ureña para conseguir adeptos en Barahona distribuía revólveres, otorgaban permisos de juegos ilegales por doquier, a la vez que autorizan juegos diarios en las galleras.

En la común de Cabral-cuna de muchos patriotas de nuestra independencia y de la Restauración-grupos de ciudadanos liberales integrados a los partidos Nacional y Progresista, luego de las convenciones respectivas, acordaron una directiva colegiada la cual sería presidida por Carlos Báez, Teófilo B. Olivero,  Vicepresidente; Pablo Urbáez, Secretario; Miguel Artmont, Tesorero; Pedro Gomez y Erviro Díaz, Vocales. La información de fecha 4 de Abril  detalla el entusiasmo de la multitud congregada para la ocasión.

Ante el empuje de la candidatura Aliancista en Cabral, el Ejército designó dos cabos oriundos de dicha demarcación (Manuel Medina y Guarionex Olivero), quienes, conforme a una información del Listín Diario de fecha 8 de Abril, “se han mostrado tiranos con el pueblo sin pensar que todo lo que se debe, se paga”. Ambos individuos realizaban apresamientos arbitrarios y atropellos a ciudadanos indefensos. En Cabral y comunidades vecinas  patrullas militares circulaban con listas para inscribir compulsivamente personas en las filas trujillistas. El 3 de Abril los cabos señalados junto a un tercer individuo, supuestamente cumpliendo instrucciones del Mayor Blanco-alto oficial de puesto en Barahona-entraron con las bayonetas en mano a la Sala del Ayuntamiento cabraleño con una renuncia hecha por ellos mismos exigiéndoles a los Regidores que la firmaran, los cuales se negaron alegando que ellos cesaban legalmente en sus funciones el 16 de agosto de 1930.

Municipio de Cabral
Con respecto a Cabral, otra información aparecida en el Listín Diario de fecha 9 de Abril   señala que “La policía permanece desarmada y las armas se hallan en manos de civiles de poca responsabilidad, procediendo éstos a acometer atropellos como si fueran ellos las autoridades”. En la nota se le advierte al Presidente Estrella Ureña que “la gente del Sur no es la más guapa, pero sí siempre ha obtenido medalla en los campos de batalla y no está dispuesta a seguir aguantando atropellos de personas que no son autoridades, pues de los hombres no se abusa y la responsabilidad recae sobre aquel que permita semejante vagabundería”. Más adelante el firmante de esta nota señala: “La Provincia de Barahona  es un baluarte histórico, y sus habitantes están dispuestos a morir de una manera o de otra, siempre que se siga actuando como por lo presente se hace”.

Completado el proceso de ablandamiento en Cabral, luego de las elecciones de Mayo, el 19 de Agosto de 1930 el Ayuntamiento local fue invadido por personeros del nuevo régimen que aspiraban ocupar las plazas de los que serían desplazados, encontrando éstos la firme oposición del Presidente de ese Cabildo-Bartolo Coll-quien argumentaba que sólo aquellos que estuvieran preparados para determinadas funciones, serían considerados para ser nombrados. Esta posición fue apoyada por la población que deseaba el progreso de esta laboriosa comunidad (esta información fue suministrada al Listín Diario por su corresponsal en Cabral, Eliojildo E. Urbáez, el 25 de Agosto del año citado).

Estrella Ureña
El Listín Diario en una información  fechada el 4 de Abril de 1930 titulada “A pesar de las órdenes enérgicas del Presidente de  la República Lic. Estrella Ureña, las violencias continúan en Barahona”. En el texto un grupo de ciudadanos le dirigen una comunicación al Presidente donde le  destacan una serie de atropellos y registros abusivos, realizados por efectivos militares contra dirigentes de la Alianza, destacando la responsabilidad del Mayor E. N. Leoncio Blanco en estas acciones. Señalaban que al parecer las órdenes del Poder Ejecutivo no se aplicaban en la provincia de Barahona. La protesta está suscrita por distinguidos munícipes, dirigentes políticos así como por ex funcionarios del área educativa y judicial, depuestos por los golpistas.

Otra información del decano de la prensa nacional,  contiene un telegrama de fecha 13 de Abril suscrito por Raúl G. González y dirigido al Presidente de la Junta Central Electoral, donde éste detalla una serie de registros abusivos, detenciones y amenazas veladas contra los opositores a la candidatura trujillista. González termina su texto: “….con asombro nuestro, sigue el Ejército practicando sus diligencias políticas en esta provincia. Protesto ante esa honorable Junta de lo ocurrido, en nombre de los partidos que componen la Alianza Nacional Progresista y del mío propio”.

Disparos y sangre en calle barahonera

A pesar de todas estas agresiones contra los barahoneros, aumentaban los adeptos contra los golpistas de Trujillo y  Estrella Ureña, razón por la cual el alto mando decidió radicalizar sus acciones y provocaciones. El 7 de Abril luego de una concentración exitosa, los miembros de la Alianza deciden recorrer algunas calles de  la ciudad. La muchedumbre avanza hacia el parque central y un vehículo con varios hombres armados intercepta la marcha. Un sicario llamado El Cojo, penetra dentro de la multitud con un arma en la mano exigiéndole al maestro de la Banda Municipal de Música-Julio Gautreaux-que le acompañe pues el Síndico Buenaventura Sánchez Féliz requería su presencia, a la vez que expresaba que debía llevarlo ya sea vivo o muerto. Voceros del grupo tratan en vano de persuadirlo, razón por la cual El Cojo comienza a disparar para todos lados, acción en la que fue auxiliado por otros que le acompañaban. El resultado es un muerto y numerosos heridos.

El fallecido-Ernesto Féliz Espinosa-recibió un disparo mortal en la cabeza. Los heridos fueron Venancio Carlot, Secundino Olivero, Pancho Pou, Juanico Féliz y Don Santiago Peguero, entre otros. La reseña completa de los hechos, publicada por el Listín Diario el 15 de Abril de 1930, expresa el pesar del pueblo de Barahona por este suceso. El matutino informa que “desde la noche de la desgracia en la pérdida de ciudadanos trabajadores dignos y honrados, Buenaventura Sánchez [Síndico] y Plinio Féliz, permanecen en el campamento de la Guardia, haciéndose acompañar de civiles armados cuando salen a la calle. En ese mismo recinto militar se halla también el Cojo”.

Ante esta acción criminal, se levantó la sociedad barahonera, la cual le remitió una enérgica comunicación al Presidente Estrella Ureña en términos muy duros, manifestando que la agresión a tiros “ha producido el pavor y la indignación de la ciudadanía que contempla el derrotero de las promesas incumplidas y la dolorosa visión de la tragedia que se acerca como desagravio de la dignidad y de los derechos ultrajados”. Más adelante expresan: Los abajo firmantes, con el consciente ejercicio de sus derechos ciudadanos, os llevan ante usted su formal protesta con motivo de los aludidos atropellos y hacen responsable,  solidariamente, a los miembros del Gobierno que Ud preside,  frente a las fatales consecuencias de estos desmanes que serán rechazados virilmente con represalias de fuerzas, en legítima defensa y respeto de nuestros sagrados derechos  que la Constitución consagra, protege y garantiza. El texto completo con la protesta salió publicado en el Listín Diario del 15 de Abril de 1930.

Faltando menos de un mes para las elecciones, arreciaron en todo el país las agresiones militares y actos vandálicos de las bandas armadas de civiles. En Santiago, Moca, Barahona, la capital y otras demarcaciones, se producían todo tipo de barbaridades y abusos contra los partidarios de Horacio Vásquez y Federico Velásquez. Las manifestaciones aliancistas eran tiroteadas a plena luz del día. Efectivos militares vestidos de civil mantenían en zozobra la población.  Armados y envalentonados, nada parecía detener sus provocaciones y tropelías.  Las protestas llovían por doquier y eran dirigidas tanto al Presidente Estrella Ureña, como al Presidente de la Junta Central Electoral.

Frank Moya Pons al referirse a la violencia en esta campaña, cita que el propio candidato a la Vicepresidencia Aliancista-Ángel Morales-y su comitiva fueron tiroteados a la salida de Santiago de los Caballeros. Ver Manual de Historia Dominicana-1992, pág 509).

Debido a la escalada represiva y ante la pasividad del Poder Ejecutivo,  renuncia el pleno de la Junta Central Electoral la cual estaba presidida por el Lic. Domingo Estrada, figurando además  los señores Abigail Del Monte  y Alcides Roca, como Vocales. En su lugar-mediante Decreto 1292 del 6 de Mayo de 1930-son designados el Lic Roberto Despradel como Presidente, acompañado del Dr Arístides Fiallo Cabral y H. H. López-Penha, como Vocales. De esta forma,  pasa el control del organismo comicial a testaferros gobiernistas. Así, a partir del 8 de Mayo del citado año, mediante “Decretos” promulgados por la Junta, gran parte de los funcionarios designados en las mesas electorales en todo el país,  son cuadros activos de la candidatura Trujillo-Estrella Ureña.

Es preciso consignar que el Sr Roberto Despradel figuraba como candidato a la senaduría de Puerto Plata por la coalición Patriótica de Ciudadanos, conforme a una publicación de dicha entidad en el Listín Diario.

Ante todos estos acontecimientos, la ALIANZA NACIONAL PROGRESISTA se retiró de la contienda electoral el 15 de Mayo de 1930, un día antes de los comicios. Con esta fuerte  ofensiva cívico-militar, se impusieron las huestes trujillistas.

Conforme a los datos electorales contenidos en la Gaceta Oficial No 4257 de fecha 13 de Junio de 1930,  la “victoria” fue aplastante. Sin duda alguna, la campaña de terror, asesinatos y golpizas, cumplió su objetivo. Según las estadísticas publicadas (muchas manipuladas) en La Vega los 15,186 votos emitidos en esa provincia  fueron a favor del binomio Trujillo-Estrella Ureña. La alianza no tuvo un solo voto vegano.  A pesar de que se había producido el retiro de la Alianza Nacional-Progresista, mucha gente votó en su favor, aunque gran parte de éstos se computaron a favor de Trujillo. En la capital y Santiago los Aliancistas apenas alcanzaron 50 y 19 votos, respectivamente, mientras que en Neyba y Enriquillo obtuvieron 77 y 71 en ese mismo orden.

En el caso de Barahona-bastión Aliancista-no fue fácil manipular los datos, razón por la cual tuvieron que computarse 406 votos de favor de esta coalición. Esta fue la mayor votación computada a favor del anti-trujillismo en todo el país. En la provincia de Barahona obtuvieron los Aliancistas cerca del 50% de la totalidad de votos que alcanzaron en la nación.

Colofón

Trujillo se impuso en esta contienda electoral a base de su arremetida militar, bandas armadas de civiles y un “pucht” a la Junta Central Electoral. En esta jornada fue acompañado de un conjunto de figuras liberales e intelectuales democráticos que lo consideraban “un puente provisional”, para desplazar el continuismo horacista. En pocos meses de instalado Trujillo vino el desengaño de muchos, los cuales comenzaron a ser vigilados, perseguidos, encarcelados y asesinados (Desiderio Arias, Junio de 1931).  Otros tuvieron que ir al exilio. El propio Vicepresidente Estrella Ureña debió marchar hacia Cuba. Juancito Rodríguez, otrora candidato congresional elegido de Trujillo en las elecciones de 1930 y 1934,  debió salir compulsivamente al exterior y fue uno de sus mayores enemigos, financiando dos expediciones contra el déspota. Su hijo-el patriota José Horacio Rodríguez-falleció en la expedición de Junio de 1959. Era comandante de uno de los desembarcos.

En el caso de Barahona, muchos de los trujillistas pasaron a la lista de sus enemigos y fueron perseguidos, debiendo marcharse fuera del país, como fue el caso de Buenaventura Sánchez Féliz, quien salió acompañado de su padre el Senador Jaime Sánchez y  de su hermano el Diputado Jaime Sánchez hijo. En el caso del Mayor EN, Leoncio Blanco que contribuyó bastante con la causa electoral trujillista, en pocos años sufrió un atentado ordenado por el tirano y finalmente fue apresado con falsas acusaciones y asesinado en la fortaleza Ozama.

Paradójicamente muchos Aliancistas barahoneros que enfrentaron con firmeza a Trujillo en las elecciones de 1930, se convirtieron en fieles y devotos cuadros del trujillismo, el cual profesaron para toda la vida, a pesar de la decapitación del sátrapa. Murieron ancianos soñando con una reencarnación del Chacal, la cual muchos dominicanos presienten que se está produciendo actualmente.

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