jueves, 28 de noviembre de 2013

A LEER, MAESTROS



  • Por Alfredo Ferreras


  • NO DESEABA NI QUERÍA OPINAR SOBRE EL INDESEADO TEMA INMIGRANTES HAITIANOS Y NACIONALIDAD DOMINICANA; PERO ME OBLIGAN LA INFELIZ E IMPERCEPTIBLE DEFENSA DEL NUESTRO ESTADO Y LOS INDIGNOS DOMINICANOS QUE, EN ESTA MATERIA, HACEN CAUSA COMÚN CON LOS ENEMIGOS DE LA PATRIA. ENTREGO LA PRIMERA PARTE DE ESTE DOCUMENTO SIN CONCLUIR NI REVISAR, PORQUE CONSIDERO IMPOSTERGABLE EXPONER ARGUMENTOS EN FAVOR DE LA PATRIA Y LA NACIONALIDAD, QUE HASTA EL MOMENTO HAN SIDO CALLADOS E IGNORADOS.

    MÁS ALLÁ DE LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, LA JUNTA CENTRAL ELECTORAL TIENE QUE SEGUIR SIENDO GARANTE INFLEXIBLE E IMPERTURBABLE DE LA ESENCIA MISMA DE NUESTRA NACIONALIDAD, Y TIENE QUE SER ASÍ SOBRE TODA LA PRESIÓN INTERNACIONAL EMPRENDIDA POR LOS CONJURADOS ENEMIGOS DE LA DOMINICANIDAD.
    CON PATRIÓTICA RESPONSABILIDAD,

    ALFREDO FERRERAS

    PRIMERA PARTE
    LA DESPRETIGIADA OEA Y LOS MINIFUNDIOS DEL CARIBE CONVERTIDOS EN NACIÓN

    Repudiemos de manera militante, estruendosa y sin importar consecuencias la atrevida e irresponsable presencia de la O E A en la República Dominicana. Es una presencia indeseada, porque desconoce el inalienable y soberano derecho de la República Dominicana a establecer sus propias normas en materia de política migratoria.
    Por innúmeras razones; históricas, algunas; otras, eminentemente culturales, y hasta naturales; la tensión siempre será un componente inseparable en las relaciones de nuestra República con el fallido Estado Haitiano.

    Los nacionales haitianos son seres humanos igual que nosotros; por tanto, tienen derecho a educarse, alimentarse, a recibir apropiados servicios de salud, a protegerse de la inclemencia de la naturaleza; pero tal reconocimiento no es una patente ni una ventana abierta para que nos asalte el siniestro despropósito unificador auspiciado; precisamente, por quienes amontonaron riquezas, gloria y poder depredando las tierras y los bienes de la parte occidental de la isla hasta dejarlo abandonado en el pedregoso camino que lo condujo a su condición actual de Estado fallido.

    Son muy ciegos, sordos, irracionales y desorbitados quienes sostienen la peregrina y absurda apreciación de considerar a la República Dominicana e al fallido Estado Haitiano como las alas de una misma ave. Esta es una mentira que supera en tamaño la suma de todos los universos al alcance de la imaginación, pues son dos aves con diferentes plumajes, con diferentes cantos; con diferentes colores, con diferentes nidos, que escarban diferentes viandas, emigraron de diferentes tierras y remontan el vuelo hacia horizontes diferentes.

    La segunda parte del verso 10 del evangelio de Lucas, declara enfáticamente: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Esta es una frase muy distintiva de la cristiandad; pero en ningún momento ese amor implica que renunciemos a ser lo que somos; o que estemos dispuestos a negociarlo. EL CONCEPTO DE NACIÓN RECORRE LAS PÁGINAS DE ESCRITURA SAGRADA DESDE GÉNESIS HASTA APOCALIPSIS, Y EN TODOS LOS CASOS, RESALTAN LAS CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS.

    ¿QUÉ MÁS QUIEREN?
    Los nacionales haitianos residentes en nuestro país, legal o irregularmente; disfrutan, igual que nosotros, de todas las facilidades existenciales, puesto que desarrollan sus actividades en un marco de absoluto respeto, y hasta de tolerancia y complacencia por nuestras autoridades. Hay actividades comerciales sobre las que ejercen total monopolio; están presentes en todos los mercados, y en qué proporción; nuestras calles están llenas de venduteras haitianas; el 90% de la mano de obra de construcción es haitiana..

    Tenemos universidades donde el porcentaje de estudiantes haitianos es muy significativo; escuelas cuya matriculación de nacionales haitianos es alarmante; cientos de ciudadanos haitianos o irregularmente registrados como dominicanos haciendo labor de watchman, armados con escopeta calibre 12, similares a las utilizadas por nuestra Policía Nacional; centros maternos donde mayoritariamente las parturientas haitianas consumen todos los exiguos recursos disponibles. En resumen, enumerar la multitudinaria presencia haitiana en nuestro país conlleva tiempo y espacio que no tengo disponibles; y que conste, NO SOY OPUESTO A AL DERECHO DE ESTOS CIUDADANOS A SOBREVIVIR MEDIANTE EL TRABAJO DIGNO.

    ASÍ TIENE QUE SER
    Conforme a las irrefutables afirmaciones del párrafo precedente, a los nacionales haitianos sólo les falta una ficha en su confeso tablero de pretensiones:.

    ¿CUÁL ES ESA FICHA?,
    RESPUESTA: EJERCER EL DERECHO AL VOTO. Esto ¡¡¡JAMÁS LES PUEDE SER CONCEDIDO!!!

    Y así tiene que ser sobre la opinión de esos patrioteros de siempre que hoy coinciden con los detractores de nuestra soberanía; así tiene que ser, a pesar de los mercaderes políticos, expertos en hacer pescas milagrosas en ríos revueltos y en los charcos. Así tiene que ser, por encima de la irresponsable opinión eructada por prestigiosos ciudadanos de aeropuertos, ésos que no son otra cosa, que apátridas catadores de vinos exquisitos dondequiera que van.

    Así tiene que ser, aunque sea necesario irradiar del nuestro mapa institucional ese enjambre de ONGs al servicio de quienes conspiran contra la homogeneidad de la nacionalidad dominicana; homogeneidad que nada tiene que ver con el componente étnico. Así tiene que ser, aunque otra vez hay que excomulgar de nuestro territorio a esos seculares agitadores con barbas o sotanas, llamados JESUITAS en el argot Católico-romano. Así tiene que ser, aunque las cajas de resonancias patrocinadas se vean obligadas a devolver las monedas de plata que reciben por su indignidad.
    ¡¡JAMÁ!!

    JAMÁS OTORGAR EL DERECHO AL VOTO A LOS NACIONALES HAITIANOS.
    ¿POR QUÉ?

    Nuestros certámenes electorales, ya están viciados por los traficantes de la conciencia humana; ésos que les castran a los ciudadanos el derecho a ejercer el voto libre y soberanamente, puesto que en una perversa labor de trueque, se burlan del hambre y de la conciencia humanas a cambio de un una “compra” para “comer” 1 ó 2 días.
    ¿En qué manos puede caer la conducción la República Dominicana si permitimos que el ODIO Y EL RESENTIMIENTO manipulen millares de votos? En este caso no se trata de la “captación” que pueda hacer la prostitución electorera de cualquier bandería política a cambio de pica-picas, de sardinas, arenques, salsa de tomate o spaguettis?, ¡NO! Esos prostitutos no conspiran contra la nacionalidad; pura y simplemente defienden sus elevadas raciones y sus ilimitadas “facilidades”; pero los que están llenos de ODIO, ENVIDIA y RESENTIMIENTO contra la República, SÍ son un elevadísimo peligro para nuestra nacionalidad. Éste es un conjunto con elementos muy selectos, y cada uno de estos componentes sabe muy bien lo que tiene que hacer, cómo y dónde hacerlo en contra de los intereses dominicanos.

    Otorgarle el voto a ciudadanos que siempre serán haitianos medulares, es servirle en bandeja de plata la cabeza de la dominicanidad a esos usurpadores del sacerdocio sagrado llamados jesuitas y a ese enjambre de ONGs umbilicalmente dependientes de LOS CONJURADOS DE LA FUSIÓN-IMPOSIBLE; por consiguiente, deliran, injurian, ofenden y calumnian más allá de lo tolerable. Nada temerario es afirmar, que los recursos para esas madrigueras del ODIO y el RESENTIMIENTO contra nuestro país aumentan en la medida que aumenta su perfidia y su indignidad.

    JURAMENTO TRINITARIO: ACTA DE NACIMIENTO DE LA NACIÓN DOMINICANA
    Si no es de esta manera, busquemos algún destino hacia donde enviar los restos y memoria de nuestro insigne patricio, JUAN PABLO DUARTE, el verdadero creador de nuestra nacionalidad. Si no es de esta manera, exijamos a María Trinidad Sánchez y a Concepción Bona que se excusen póstumamente, por haber escogido un lienzo insignificante y plasma en él eso que llamamos BANDERA NACIONAL. Si no es de esa manera, el JURAMENTO TRINITARIO; el acta de nacimiento original de la REPÚBLICA DOMINICANA, ES UN PANFLETO SIN VALOR ALGUNO, donde las sacramentales palabras “DIOS, PATRIA Y LIBERTAD” y la BIBLIA abierta en el cap. 8 del EVANGELIO DE SAN JUAN, fueron un exabrupto espiritual de Duarte; la CRUZ BLANCA, una elección fortuita y “REPÚBLICA DOMINICANA”, un nominativo antojadizo.

    Cada frase y cada elemento del JURAMENTO TRINITARIO TIENE su correcto posicionamiento y UNA INMUTABLE RAZÓN DE SER, ignorar o desconocer esto por vía de facturación trasciende la indignidad, porque esas frases y esos elementos puntualizan de quien, por qué y para qué se declaraba la independencia de la República Dominicana.

    Si no es de esta manera, José Reyes y Emilio Prud homme eran dos enajenados que, respectivamente, escribieron párrafos incoherentes que luego vaciaron en un pentagrama, y que luego, el Congreso Nacional oficializo mediante ley como Himno Nacional en 1897; ley promulgada por el generalísimo Trujillo, el 30 de mayo de 1934 (esta promulgación tuvo que esperar 37 años para su promulgación porque el entonces presidente Lily la engavetó). Si no es de esta manera, entonces, 19 y 30 de Marzo, Las Carreras, El Número, Cambronal, El Memiso, Beler, La Estrelleta, Talanquera y otras jornadas heroicas, son historietas y cuentos de camino; consecuentemente, nuestros héroes independentistas son tan “reales” como los dioses del Monte Olimpo.

    PRIMERO MUERTOS, ANTES QUE VER TOUSSAINT LOUVERTURE EN AL ALTAR DE LA PATRIA
    Ninguna brecha puede abrirse para que los nacionales haitianos ejerzan el voto en nuestro país, porque el día que se les permita, TOUSSAINT LOUVERTURE preparará su equipaje e iniciará su caminata hasta entronizarse en el ALTAR DE LA PATRIA más la potencial posibilidad de contemplar a Faustino Souloque, Charles Herald, Pierrot, Petion, Desalines y otros monarcas haitianos instalados en nuestras plazas posando sobre caballos de cemento. Esa brecha tiene que cerrarse cada día más, porque no hay ni habrá en República Dominicana espacio físico ni emocional para un bloque de legisladores de origen haitiano en nuestro PODER LEGISLATIVO, porque siempre pensarán y actuarán como tales y; mucho menos, habrá rincón auditivo para escuchar nuestro HIMNO NACIONAL traducido al Creole.

    COMPARACIONES IRRESPONSABLES
    Quienes comparan la situación migratoria de los nacionales haitianos en nuestro país con la de los dominicanos en EUA; presumen en desquiciados mentales, abusan del sentido común u ostentan la ignorancia más absurda de los controles de las leyes americanas sobre todo lo que se mueve, entra o sale por su territorio. Baste el siguiente ejemplo para mostrar la diferencia: ¿de dónde Diablo han salido los billones y billones que han convertido a la ciudad de Santo Domingo en un NY chiquito en un país que hace apenas 17 años no habían billonarios?, en contraste con la falta de rastreo de estos billones súbitos, en EUA el dólar invertido en cada ladrillo tiene acta de nacimiento y hasta árbol genealógico. Trasladar estos controles al ámbito fronterizo, y tabular los resultados; pero si algún lector es incapaz de hacer la analogía, aquí va otro ejemplo: En cualquier aduana del territorio americano detectan una albóndiga, aunque la lleve camuflada como pelota de baseball; ¿y aquí, que no pasa por la frontera o entra por el mar?

    RECHAZO TOTAL A TODA FORMA DE CONTRACULTURA Y RELIGIONES ANIMISTAS
    Quienes ponen nuestra NACIONALIDAD EN SUBASTA ignoran intencionalmente, que en planeta tierra hay sólo un caso de dos naciones compartiendo una misma isla, Y TENIENDO DIFERENTES IDIOMAS; elemento suficiente por sí sólo para que cada ave se mantenga en su nido. Agregar a esto las matrices del más abyecto oscurantismo que siempre ha permeado la parte occidental de la isla.

    ¿Dónde está instalada con carácter oficial esa contracultura religiosa llamada VUDÚ?
    ¿Dónde tiene el desagradable GA-GA sus satánicas demostraciones?
    ¿ Y los siniestros ZOMBIS?
    ¿Dónde están instaladas las zonas francas de producción de hechicería?
    ¿Qué de la contracultura de la depredación de los recursos naturales?
    ¿Dónde se amontonan los estuches portadores de enfermedades venéreas y contagiosas?

    Esas interrogantes y otras corresponden a la secuela del ANIMISMO AFRICANO sembrado hace siglos en esa parte occidental de la isla. Ese oscurantismo tiene una altísima cuota de responsabilidad en la condición fallida de la República Haitiana.
    La multitud de problemas que tenemos en la RD están a la vista y son más que suficientes; por tanto, es en correspondencia con esa lógica que tenemos que cerrar la mínima brecha a la contracultura del atraso; sin importar como se disfrace. Entendamos de una vez y para siempre, que VUDÚ, GA-GA, ANIMISMO,

    ZOMBIS y sus derivados son aristas muy cortantes, contaminadas y radiactivas de un andamiaje a partir del cual sólo pueden configurarse la muerte y el atraso.

    COMPARACIONES IRRESPONSABLES, ABUSIVAS ABSURDAS Y CONSPIRATIVAS
    Los irresponsables que abiertamente conspiran para aniquilar nuestra nacionalidad han evacuado juicios tan desagradables, que no pueden registrarse en la escala de la fetidez; pero, de ahí a convertir la historia en retrete para desbordarlo con su hedionda pesada evacuación de fábulas e hipótesis descabelladas, es muy distinto.

    Es un soberano derecho de cada nación establecer, preservar y hacer valer su política migratoria, en tal virtud, es totalmente inaceptable comparar ese que tenemos como nación libre y organizada con las siguientes situaciones históricas:
    a) La actitud faraónica en Egipto en tiempos de las grandes construcciones por un pueblo subyugado;

    b) La persecución de cristianos por los emperadores romanos,

    c) Las persecuciones de cristianos a cristianos durante la edad media

    d) La Masacre de San Bartolomé en Francia, asesinato de masa (10,000) de los hugonotes (cristianos protestantes) la noche del 23 al 24 de agosto de 1572.

    e) La Inquisición: Institución judicial bien organizada, creada por el pontificado con la única de exterminar las llamadas herejías.

    f) El holocausto, la persecución y matanza de judíos por Hitler y el Nacional Socialismo de Alemania, creyentes en la superioridad racial.

    Estas no son otra cosa, que fábulas criminales y perversas, producto de mentalidades mefistofélicas; que exigen una respuesta de Estado y de todas las instituciones de la Nación conscientes del costo en lágrima, sudor y sangre que conllevó nuestra soberanía e identidad. Las respuestas del Estado Dominicano no pueden sr las genuflexas y paupérrimas reacciones exhibidas hasta el momento

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