Por Héctor Rafael Cuello V.
Este pobre hombre está a punto de perder la cordura por falta, según él, del medicamento que controla su mal. Según él no toma la medicina desde hace un par de meses porque en el hospital de Barahona le dicen que no hay.
Ahora que este pobre hombre cuenta su tragedia nos damos cuenta porque tantos enajenados mentales deambulan por las calles de nuestro pueblo. Esos enfermos mentales han sido abandonados a su suerte por sus familiares y el sistema.
Víctor se encuentra acorralado, ya que, según dice, en el hospital no hay el medicamento que toma. La receta que le dan en el hospital no la aceptan en las farmacias privadas, además, no tiene los dos mil pesos que se necesitan para pagar una consulta privada y comprar los medicamentos.
Lo peor de todo es que, en ocasiones, este infeliz no consigue ni para comer. Es cosa de tiempo para que este pobre hombre pierda la mente y lo veamos caminando nuestras calles con el trasero lleno de materias fecales y comiendo de la basura.
Dios lo ilumine y se apiade de él, ya que el hombre lo abandonó a su suerte. ¡Qué barbaridad!
Nota De Redacción: Invitamos a Víctor Franco, al través de Rafelin Cuello, autor de esta nota, a visitar las instalaciones del Hospital Jaime Mota y entrevistarse con el Director del mismo. Hay algunas cosas que no entendemos como que “La receta que le dan en el hospital no la aceptan en las farmacias privadas” Son prescritas por un médico. Como no las van a aceptar en las farmacias?. Es posible que haya dificultades; pero no están claras las declaraciones del enfermo.
Sería interesante que tanto el director del Hospital, Dr. Gilberto Suero, así como el Dr. Víctor Manuel Terrero, nos expliquen, por esta misma vía, la situación del enfermo. Esperamos los comentarios de estos dos galenos que sabemos están haciendo su trabajo como profesionales para que nos aclaren la realidad, en relación a este caso.
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