Por Lic. Luis Matos
Coordinador General De Barahona 3
New York
Ya en otras ocasiones hicimos referencia de
este tema. ¿O es el pueblo de la basura o es la basura
del pueblo? Es un tema que si lo continuamos
nunca encontraremos culpables definitivos.
Pues si lo que queremos es culpar al
Alcalde no sería justa la acusación. No es algo nuevo si no costumbre de un
pueblo que quiere crecer con las mismas costumbres de antaño. No me había formado yo cuando ya llegaban los
desperdicios a la playa de Punta Inglesa.
Recuerdo cuando mi familia, en su
totalidad, nos trasladábamos en horas de la madrugada, a la playa de punta
inglesas, a despedir al proveedor de los alimentos diarios en su partida a la
pesca. Ya para esos días la playa era
poseedora de desperdicios de los pobladores de las ciudades.
Cuantos años han transcurrido y este
mar no ha variado en lo más absoluto. Pues la población se ha multiplicado en
un 100%, el sistema de cloaca no ha variado en nada, tanto así que del lado de
Baitoita no vivían más de 40 familias para mi infancia. Hoy, ese Barrio como
vemos, es una ciudad cualquiera; pero la buena noticia es, que se diseñó algún
sistema de aguas negras, se planificó o educamos a esos moradores de que la
basura es algo que todos debemos contribuir su recogida para mantener una
ciudad limpia y en progreso.
¿Saben los moradores de la rivera del
Birán los daños ecológicos que causan a la fauna marina con los desperdicios
que arrojan a las calles cuando hay días de lluvia o cuando el Rio Birán trae
buen caudal de agua?
Lo primero que debemos es preparar un
taller educativo y formar a la juventud para que ellos se empoderen del problema
que nos aqueja desde hace mucho tiempo. Todos criticamos sin plantear
soluciones y acabar, de una buena vez, con este problema.
A mi entender la Alcaldía, el
Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Turismo deben disponer ese taller
educativo para que sean los propios ciudadanos los que se empoderen de este
problema.
Francisco Vargas, { Pachico} en una
de sus anécdotas decía que una vez pasando por Baní, venia comiendo un pica
pollo y, en una de las equinas, abrió el vidrio de su vehículo y tiró uno de
los huesos a la vía pública. Un niño que le vio tirar el hueso, se detuvo frente al carro corrigiéndole la
falta que había cometido y él, muy avergonzado porque sabía que no debió actuar
de esa forma, lo reconoció. Era un niño que lo estaba corrigiendo. Le llamó a
la atención interesado en la higiene de su pueblo. ¿Podemos nosotros los barahoneros
hacer algo igual al gesto de este niño?
Debemos hacer la prueba,
solicitándole al Señor Gobernador que someta a la sala capitular este taller de
formación e información para desarrollar una campaña de salubridad y limpieza
concientizada para que el pueblo haga conciencia de los males que nos puede
acarrear la continuación de los basureros improvisados y las constantes tiradas
de basura en los días lluviosos a las aguas del Birán.
Así tendremos un Barahona saludable,
inspirados en fomentar hombres de bien y educados como los tuvimos ayer.
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