Por: Lic. Virgilio Gautreaux P.
China ha invadido los mercados mundiales
con confecciones de tela baratas, desplazando empresas textiles en todo
el planeta. Nosotros tenemos como doloroso ejemplo la zona franca de
Barahona, donde han sido canceladas centenares de obreras.
Determinadas regiones de Italia han
enfrentado la invasión China, apoyándose en eficientes ayuntamientos,
gobernaciones locales, cámaras de comercio y su pujante sociedad civil,
produciendo tejidos de calidad, prendas, joyería, accesorios personales y
productos de piel. Hoy por hoy, la unidad regional y la identidad
local, son reconocidas. Incluso el BID y el Banco Mundial están
otorgando préstamos y asistencia técnica para apoyar el desarrollo
regional y local. Esto significa que fortalecer las regiones, ha sido
una excelente política económica.
Esto es simplemente lo que aspiramos
para nuestra “Republiquita Barahonera”, por tanto debemos seguir
luchando para que nuestro derecho a ser incorporados al progreso, sea
escuchado en las altas esferas gubernamentales. Debemos luchar para que
el Congreso Nacional y el Gobierno Central se “pongan las pilas” y
aprueben los proyectos de las aguas termales, la presa de monte grande,
la segunda etapa del acueducto de la Región Enriquillo, la continuación
efectiva del centro universitario, la reparación de los
infraestructuras de riego, carreteras y caminos vecinales destruidos por
los huracanes, así como el reinicio de más de un centenar de obras
paralizadas en toda la provincia. No debemos permitir que nos sigan
anestesiando con el cuentico de la crisis mundial y la austeridad,
mientras en otras zonas del país, se gastan alegremente los recursos
presupuestarios que nos niegan.
Debemos reclamar que en Barahona,
Jimaní, Pedernales y Neyba, el Gobierno implemente un urgente programa
de reactivación económica donde el Banco Agrícola, PROMIPYME y el Banco
de Reservas, otorguen facilidades de financiamiento a medianos y
pequeños productores agropecuarios, microempresas, talleres de costura,
salones de belleza y fábricas de dulce. Que para combatir el desempleo,
el gobierno utilice los campesinos desplazados por las inundaciones en
la reparación de canales y carreteras. Tenemos que reclamar que
PROINDUSTRIA (anteriormente Corporación de Fomento Industrial) diseñe un
plan de competitividad para la zona franca de Barahona, para atraer
empresas foráneas hacia este gigantesco y sub-utilizado parque
industrial. El Centro de Exportación e Inversión-CEI-RD, debe elaborar
un plan para elevar la competitividad exportadora del puerto de Barahona
y apoyar activamente los inversionistas turísticos que aspiran
radicarse en Barahona y Pedernales.
Los barahoneros tenemos que ensordecer
los funcionarios de BANRESERVAS para que vendan cuanto antes el Hotel
Bahoruco. Exijamos que la SETUR rehabilite las playas del Quemaíto, San
Rafael, los paradores turísticos y apoye los hoteles con programas
eco-turísticos. Solicitemos que Medioambiente debe preservar el
castigado ecosistema de valle y montaña, que representa hoy el mayor
activo que poseemos para asegurar nuestra competitividad con otros
destinos turísticos dentro y fuera del país.
No nos dejemos chantajear. Si nos
quedamos mudos y tranquilos, la atención del Congreso Nacional y
Gobierno, continuará concentrándose en las provincias revoltosas, los
centros urbanos electoralmente importantes y en los polos turísticos
desarrollados.
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