Por: Dr. Praede Olivero Féliz
Todos los esfuerzos por la independencia plena
de la patria, han encontrado los vende patria, los traidores, a los que Duarte
les dijo: “mientras no se escarmiente a los traidores como se debe los buenos y
verdaderos dominicanos seremos siempre víctimas de sus maquinaciones”
Cuando Juan Bosch gana las elecciones de
diciembre del año 1962, empezaron los traidores a maquinar su derrocamiento,
hasta que lo lograron el 25 de septiembre del año 1963. El profesor Bosch,
hombre honesto, político y escritor autodidacta
había promovido la constitución más progresista de la República
Dominicana y eso nunca se lo perdonaron.
Dijo Bosch que le compraría al que mejor le
venda y le vendería al que mejor le compre, en un gesto de independencia plena,
que enojó a los Estados Unidos, acostumbrados a decidir la política de los
países bajo su dependencia y a disponer de sus recursos, por eso planearon y
ejecutaron el golpe de estado, usando a sus títeres y a los que siempre se
dejan llevar como borregos como caña pal ingenio. Los demás elementos internos
fueron importantes, los intereses de la incipiente burguesía corrupta
incidieron, pero la verdad ha sido descubierta y dicha.
El golpe de estado fue respondido por Manolo
Tavárez Justo y el 14 de junio con seis frentes guerrilleros, masacrados por el
Triunvirato del cual renunció su presidente cuando fusilaron a Manolo y sus
compañeros después de entregarse. Hoy esos cobardes quieren escapar de la
justicia, lloran como niños malcriados, carentes de valor y orgullo para como
basura que son, no pasar sus últimos días en la cárcel, como simple basura en
el zafacón de la historia.
Pero la historia no había llegado a su fin, el
Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez preparó el contragolpe, formó el
movimiento constitucionalista que dio la respuesta histórica a los usurpadores.
Aunque se fue al exilio con Juan Bosch y volvió a combatir y a morir por la
patria.
Pero su ausencia y la lucha parió un gigante de
la historia: Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder de la guerra de abril que
derrotó a los traidores en pocos días,
en todos los escenarios, hasta que las lloronas de San Isidro, al verse
aplastados por el pueblo y sus comandantes, que con el pecho desnudo y
descubiertos, aplastó tanques y desafió cañones, pidieron la intervención de
dos Estados Unidos, que más bien los pusieron a pedirla.
Pero el pueblo no se amilanó, peleó con
gallardía, de tal modo que no venció, pero no pudo ser vencido, por más
operación chapeo contra la zona norte de la capital, por más bombardeos
criminales contra niños, mujeres, ancianos, hospitales y la población civil en
general.
El glorioso Movimiento Revolucionario 14 de
Junio, el Movimiento Popular Dominicano, el Partido Revolucionario Dominicano,
los demás partidos progresistas, los policías, los militares
constitucionalistas, merecen el reconocimiento de la tercera batalla por la
verdadera independencia de la República Dominicana.
Todos los combatientes caídos, todos los
excombatientes constitucionalistas merecen nuestro respeto, admiración y apoyo,
tanto los dominicanos como los extranjeros, y en especial el glorioso Coronel
de Abril Francisco Alberto Caamaño Deñó, en el 49 aniversario de la revolución
que estallara el 24 de abril, la guerra del honor y del valor de la patria
herida.
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