Me cuentan
mis mayores, que vieron a Francisco Alberto Caamaño Deñó siendo prácticamente un
niño, en la gloriosa ciudad de Barahona.
Sus padres,
tal vez por razones de trabajo, se mudaron a la ciudad de Barahona, próximo al
pequeño centro de la ciudad. Don Fausto Caamaño Medina, Teniente General en la
era de Trujillo, progenitor del héroe de Abril y Caracoles había traído a Enerolisa
Deñó Chapman de Caamaño, la madre de francisco Alberto a la tierra del cacique
Enriquillo, de María Montez y de Casandra Damirón, lo que estoy
seguro ayudo a
forjar el carácter de Francis.
También ese
nombre retumbó en los oídos de muchos Barahoneros, en nuestra ciudad, en Santo
Domingo, en otras partes del país y del mundo, cuando los campamentos
policiales y militares se levantaron junto a la muchachada, por la constitución
del 63 y por la vuelta de Juan Bosch al poder sin elecciones.
En
Barahona, el llamado a la lucha congregó en el Parque Central a decenas de
voluntarios, que marcharon a la capital apeñucados a combatir por la dignidad
de la patria, formando el Comando Barahona e integrando otros comandos, fieros
en el combate, siguiendo el ejemplo de su líder Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Camiones,
carros de la Línea Estrella Blanca, incluido el del Burro, llevaron a los
combatientes constitucionalistas y hasta por Pan Americ, vía Puerto Rico vino
el 25 de abril del 1965 Rafael Trinidad (Yumbo) a Santo Domingo y de allí a
Barahona, donde buscó a sus amigos para ir al combate y a
donde regresó con
armas al final de la contienda armada.
Niño el
Encebao, Ireno, Niño Santó, Cuningo, Patica, Marino, Ramón Amado, Pupilo Medrano,
Francisco Alcántara, José Silá, Pelón, Gabriel Reyes, Carlos Guzmán Fermín, Luis
Peláez, Felipito, Peluñé, son nombres que retumban en sus oídos, como
retumbaban las balas mañana,
tarde y noche en los días en que la sangre hervía y
los pelos se ponían de punta, mientras el pecho estaba erguido sostenía los
hilos de la patria.
Al
Comando Barahona lo vió operar desde la
Avenida Mella,
con su asiento en el hotel de Manón, otros combatientes lucharon
a brazos partidos en El Timbeque, donde los combatientes de abril derrotaron a
los invasores y sus títeres.
Ese
ejemplo, esa gallardía, ese coraje ,la
preparación de los Barahoneros, llevaron a Caamaño a valorar a nuestros
combatientes y a nombrarlos en puestos importantes de su Gabinete, tras ser
nombrado presidente por el Congreso Nacional, Atendiendo las instrucciones del
Profesor Juan Bosch.
Noel
Suberví Espinosa fue nombrado Procurador General de la República, Luis E.
Lembert Peguero Ministro de Justicia, Jottin Cury Canciller, Bonaparte Gautreaux Piñeyro fue Ministro de Prensa y Vice Ministro de la Presidencia, teniendo Anibal de Peña el honor de ser el autor del himno de la Revolución de Abril.
Parece que
ese sentimiento patrio del Barahonero, lo hace identificarse con las causas
justas nacionales e internacionales,
razón por la cual está en la mira de la reacción criolla y del poder
extranjero, que viene con sus caramelos envenenados, con su circo y con su
engaño, apoyado por los que ya no sienten nada, o sienten muy poco por la
patria, o son ingenuos o privan de ingenuos, olvidando que estamos alertas en
el 49 aniversario de la revolución, lo que al parecer han olvidado y por eso no
hacen ni un acto a Caamaño; pero Caamaño y Barahona son una mancuerna de la
patria.
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