miércoles, 23 de abril de 2014

CAAMAÑO Y BARAHONA, MANCUERNA DE LA PATRIA

Me cuentan mis mayores, que vieron a Francisco Alberto Caamaño Deñó siendo prácticamente un niño, en la gloriosa ciudad de Barahona.

Sus padres, tal vez por razones de trabajo, se mudaron a la ciudad de Barahona, próximo al pequeño centro de la ciudad. Don Fausto Caamaño Medina, Teniente General en la era de Trujillo, progenitor del héroe de Abril y Caracoles había traído a Enerolisa Deñó Chapman de Caamaño, la madre de francisco Alberto a la tierra del cacique Enriquillo, de María Montez y de Casandra Damirón, lo que estoy
seguro ayudo a forjar el carácter de Francis.

También ese nombre retumbó en los oídos de muchos Barahoneros, en nuestra ciudad, en Santo Domingo, en otras partes del país y del mundo, cuando los campamentos policiales y militares se levantaron junto a la muchachada, por la constitución del 63 y por la vuelta de Juan Bosch al poder sin elecciones.

En Barahona, el llamado a la lucha congregó en el Parque Central a decenas de voluntarios, que marcharon a la capital apeñucados a combatir por la dignidad de la patria, formando el Comando Barahona e integrando otros comandos, fieros en el combate, siguiendo el ejemplo de su líder Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Camiones, carros de la Línea Estrella Blanca, incluido el del Burro, llevaron a los combatientes constitucionalistas y hasta por Pan Americ, vía Puerto Rico vino el 25 de abril del 1965 Rafael Trinidad (Yumbo) a Santo Domingo y de allí a Barahona, donde buscó a sus amigos para ir al combate y a
donde regresó con armas al final de la contienda armada.

Niño el Encebao, Ireno, Niño Santó, Cuningo, Patica, Marino, Ramón Amado, Pupilo Medrano, Francisco Alcántara, José Silá, Pelón, Gabriel Reyes, Carlos Guzmán Fermín, Luis Peláez, Felipito, Peluñé, son nombres que retumban en sus oídos, como retumbaban las balas mañana,
tarde y noche en los días en que la sangre hervía y los pelos se ponían de punta, mientras el pecho estaba erguido sostenía los hilos de la patria.

Al Comando  Barahona lo vió operar desde la Avenida Mella,
con su asiento en el hotel de Manón, otros combatientes lucharon a brazos partidos en El Timbeque, donde los combatientes de abril derrotaron a los invasores y sus títeres.

Ese ejemplo, esa gallardía,  ese coraje ,la preparación de los Barahoneros, llevaron a Caamaño a valorar a nuestros combatientes y a nombrarlos en puestos importantes de su Gabinete, tras ser nombrado presidente por el Congreso Nacional, Atendiendo las instrucciones del Profesor Juan Bosch.

Noel Suberví Espinosa fue nombrado Procurador General de la República, Luis E.
 
Lembert Peguero Ministro de Justicia, Jottin Cury Canciller, Bonaparte Gautreaux Piñeyro fue Ministro de Prensa y Vice Ministro de la Presidencia, teniendo Anibal de Peña el honor de ser el autor del himno de la Revolución de Abril.

Parece que ese sentimiento patrio del Barahonero, lo hace identificarse con las causas justas nacionales e internacionales,  razón por la cual está en la mira de la reacción criolla y del poder extranjero, que viene con sus caramelos envenenados, con su circo y con su engaño, apoyado por los que ya no sienten nada, o sienten muy poco por la patria, o son ingenuos o privan de ingenuos, olvidando que estamos alertas en el 49 aniversario de la revolución, lo que al parecer han olvidado y por eso no hacen ni un acto a Caamaño; pero Caamaño y Barahona son una mancuerna de la patria.


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