Los Barahoneros son muy solidarios, donde quiera que
estén, no hay razón en este mundo para detectarlos y mucho menos por el hecho de que estos
defiendan las mejores causas de su pueblo.
Conocí varios Barahoneros que vinieron de los Estados
Unido a defender la patria en abril del año 1965, a enfrentar la soldadesca yanqui
que nos invadió el 28 de abril del año 1965.
Tengo las pruebas de que esos buenos Barahoneros
envían remesas, cajas, tanques, vehículos, etc… en tiempos normales y en tiempo
de tormentas o huracanes son vanguardia de la solidaridad.
Lo hacen para sus familiares, sus amigos y para
instituciones de servicio, demostrando su calidad. A veces no quieren mandar
por la mala calidad de sus contrapartes, que piden dinero y bienes para ayudar
o servir y hasta dejan podrir o perder en aduana lo que mandan, por no hacer
las gestiones o por no pagar algún impuesto o gasto mínimo.
Nuestra diáspora es positiva, progresista, se preocupa
por el desarrollo de su pueblo y sus valores humanos, artísticos y culturales,
eso hemos comprobado a cada instante.
Nos ofrecen sus servicios en los países donde están,
sus casas y nos acompañan en los países donde están de la mejor manera posible,
quitándole un poco de peso a la historia de Balbuena el Nueva Yol.
El hecho de que casi el 100% de los Barahoneros
residentes en el extranjero rechacen la destrucción de la glorieta donada por
Don Luís E. del Monte al Parque Central de Barahona y reclamen su restauración,
no da derecho a que se les ofenda, es mejor seguir el debate con altura,
siguiendo el consejo de Radhamés Gómez Pepín, Director de “El Nacional” sobre
los periodistas, pues las posiciones
anti históricas, ilógicas e ignorantes de nuestra cultura y el valor de los
monumentos, no se pueden imponer con insultos y descalificaciones.
Pido en nombre de mis hermanos Barahoneros que viven
en el extranjero, o en otras partes del país, respeto absoluto, ya que aunque
físicamente estén ausentes, moral, material y espiritualmente están muy
presentes.
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