Fuente: El Barahonero
Mientras el ex presidente Leonel
Fernández anda por el mundo diciendo como se deben entrenar los jóvenes con
visión global, aquí en el país, especialmente en Barahona, dejó instaurada una
fábrica de delincuentes, como muestra esta fotografía.
Desde niño empiezan durmiendo,
comiendo y viviendo en las calles, y ninguna autoridad hace nada para obligar a
los padres de estos infelices para que los acojan en sus casas, tampoco hay un
lugar para llevarlos para que reciban educación, buena alimentación y un techo
donde dormir con seguridad.
Si un padre le da unas nalgadas a un hijo
porque hizo algo mal hecho, con esto tampoco estoy de acuerdo, enseguida lo van
a buscar y lo someten a la justicia, pero a los padres que abandonan sus hijos
nadie los busca, nadie los somete a la justicia. La hipocresía parece ser el arma principal de
la justicia y los políticos dominicanos.
Este problema es grave. No hay políticas de Estado serias para conjurar este mal. La lucha contra la delincuencia, a nuestro modo de ver, hasta ahora, es mediática. No se vislumbran políticas de Estado serias para conjurar este mal. Sólo existen políticas represivas. La represión es necesaria para ofrecer paz a la sociedad; pero las políticas de prevención y de rehabilitación son más necesarias aún, pues los que han caído en las drogas y la delincuencia, producto de una mala formación no son los únicos responsables de su conflicto.
ResponderEliminarEl Estado debe diseñar politicas públicas para luego convertirlas en programas "aterrizados" de prevención y reeducación masivas para lograr una sociedad que viva en paz, metiendo a la cárcel a los que delinquen; pero más sana rescatando a los que han violado ley, al través del cambio de su manera de ser.
Hasta ahora el Estado Dominicano se ha conformado con tratar de mejorar el mal utilizando los órganos represivos. Ese es el camino más fácil y barato. La reeducación y la prevención son las vías más trabajosas y costosas; pero las más duraderas y permanentes.