Por Juan Francisco Matos
BARAHONA, (República Dominicana).- Las recien finalizadas “Fiestas Parranderas de Barahona” (antigua Fiestas Patronales Nuestra Señora del Rosario), no se fueron solas, se llevaron una vida joven consigo.
Además, dejaron cantidades de desperdicios, cajas viejas miles, de botellas de bebidas alcohólicas vacías y casetas desoladas en una amplia zona de la avenida Enriquillo de esta ciudad.
Las corrompidas fiestas, de las cuales la Iglesia Católica se desligó a tiempo por corruptas, cargaron con Ronald Encarnación Medina, de 17 años, quien apenas comenzaba a vivir su vida en este mundo. Este fue muerto de un balazo por un teniente de la Policía Nacional en un confuso incidente ocurrido el último día de la celebración de las parrandas.
La Policía está defendiendo, como es costumbre, al victimario diciendo que iba a ser atracado, mientras que la familia del joven afirma que no era delincuente como argumenta la institución del orden, por lo que este caso debe ser esclarecido debidamente, sin trucos.
De todos modos ya lo hecho está hecho, por lo que ahora corresponde a los barahoneros emprender una jornada dirigida a lograr que las festividades en cuestión en lo adelante sean controladas por la Iglesia Católica, para que vuelvan a llamarse FIESTAS PATRONALES NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO.
Por el momento hay que conformarse con observar con detenimiento las fotografías de las bondades dejadas en la avenida Enriquillo por las mal llamadas “Fiestas Parranderas de Barahona”.
Desgraciadamente, ese comportamiento de nuestros jóvenes es producto de la falta de control de nuestra juventud.
ResponderEliminarCuando los jóvenes pierden el control y los padres y la sociedad pierden el control sobre ellos, es hora de iniciar a resolver el problema desde el hogar.
Es absolutamente necesario que el Estado organice "Escuelas de Padres" para iniciar la reorganización de esta sociedad.
Los jóvenes son producto de la mala formación que reciben de sus padres. Estos no saben como hacerlo y nadie les enseña.
Si cambiamos la manera de ser (personalidad) de el hombre y la mujer dominicana, mejoraran todas sus instituciones.