Al caer la tarde del viernes 21 de marzo del año 2014, cual
crepúsculo adelantado se abría el carnaval
en el Bulevar María Montez.
Marchamos por el malecón hasta el parque infantil para
regresar a la tarima, donde diablos, cachúas y pintaos piropeaban el gaga que
bailaba como una rueda.
El Vigilante alborotaba las hormonas de las chicas y chicos
y hasta una vieja parecía un conejo saltarían; era el contagio, la alegría del
carnaval.
Tavito, nuestro Alcalde, alegre, efusivo, saludaba y decía
su discurso para la ocasión, mientras mi primo Chino Video, Presidente del
comité organizador pintaba con palabras el momento.
Yo dije algunas palabras, inducido por Hilario Soler, el
poeta de la radio, que me presentó, tras ser aclamado a mi llegada por el
público presente. En público devolví el piropo a mi querido pueblo y elevé al
olimpo a nuestros grupos de carnaval.
El general Báez Aybar disfrutaba como el que más, Chino el
de
AMET parecía un cumpleañero y Alexis de la Policía Municipal parecía uno delos pintaos en el disfrute del momento.
Gato y su esposa, no cabían en sus bestidos, su hija Lucía
Suero (Estrellita) estaba siendo coronada
como Reyna del Carnaval, lo que disfrutaban junto a Rudy, su otra hija y
demás familiares, incluidos los pintaos, por extensión.
Temo, representado a las Cachúas de Cabral, no podía tener
más contentura, nuestro carnaval estaba dedicado a las Cachúas, el grupo de carnaval
más viejo dela región, patrimonio
Sus palabras lo reflejaban y lo explicaban, como lo dijo
Mandela: “Que lejos hemos llegado los esclavos”. Y es que ahí está el origen de
las Cachúas.
Enma Pérez, en representación de nuestro Gobernador Peña
Rubio, y sus acompañantes, disfrutaba
hasta más no poder, lo demostró al principio y al final cuando cogió su moto
concho sin pedirle que no calibrara.
Yo también me marché a preparar este escrito y escribía como
si me envolviera, como si permaneciera en el carnaval Barahona 2014.
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