-Mi
llegada a Santo Domingo, obra colectiva de Jhonny Olivero, Abraham Olivero, Manolo
Florián, el Dr. Moya, el Lic. Hernández Disla (-), mi esposa Geisa Matos,
compañeros y amigos sirvió para probar una
vez más que cuando se quiere se puede.
-Pedir
bola, caminar kilómetros a pie, luchar con la policía detrás en barrios
desconocidos, quedar atrapado en el Parque Enriquillo en la poblada del 84, ver
morir compañeros en el Campus de la UASD y en los barrios, era como vivir en uno de los infiernos de
Dantes y su Divina Comedia, en el lugar del país donde la solidaridad es más baja.
-Pasar
hambre hasta aguantar terribles dolores estomacales, marotear más de un mes (mangos,
caimitos y cajuiles) mientras el comedor estaba cerrado era parte de un
ambiente que solo el espíritu de sacrificio y la fe en el porvenir hacían
aguantar, las fotos son testigos del deterioro
físico, de tiempos de vacas
flacas.
-La
lucha, el activismo, estudiar eran calmantes a la situación, que mejoraba con
el paso del tiempo, ya que fruto de los
buenas notas, de las relaciones que se hacían y del trabajo, logre un crédito
educativo, luego una B.T. (Beca de estudio y trabajo) y finalmente graduado de
nuevo, fui asistente de la Vice-Rectoría Académica.
-Esa
vida mezcla de sal y azúcar, de placer y dolor, se hacía llevadera con el ánimo
dado por compañeros de partido, de grupos estudiantiles, profesores y empleados
aliados. Aridio, Julitín, Marmol, Ayanis, Pedrito, Maximito, Peralta Romero, Castro Casimiro,
Che y Jacqueline, tienen un significado especial en esa solidaridad.
-Pero
el ambiente capitalino permitía interactuar con
lo mejor de la intelectualidad del país; con los profesores,
estudiantes, empleados, expertos,
políticos destacados y abría las puertas
a los viajes al exterior que me permitieron las relaciones con Cubas y otros países,
que hoy amplio.
-Logre
ganar la representación estudiantil con la UNER al sub consejo, consejo técnico
y asamblea de la facultad, a la comisión
electoral, al consejo universitario y al claustro.
-Dirigí
la UNER en todas las estructuras, llegando a ser secretario general de la Asociación
de Estudiantes de Barahona, AEBA, el Bloque de Asociaciones del Suroeste, parte
del Comité Ejecutivo de la Dirección Nacional y del Congreso de la FED.
Delegado al encuentro de la OCLAE (Organización Continental y Latino americana
de Estudiantes) y al 15 Congreso –UIE- de la Unión Internacional de Estudiantes celebrado en
Cuba en el año 1987.
-Cuando
doy por terminada mi carrera como líder estudiantil y me sustituye Omar Lazada,
la policía, a la saga de los acontecimientos me persigue y encarcela por una
función que ya no tenía, pero asumo el sacrificio con valor.
Wilson Gómez desde
Adoma (Asociación Dominicana de Abogados), Mario Suriel, Secretario General de
la UASD, una delegación estudiantil, mas mi primo David Olivero
Segura, me entregaron a la policía, lucharon por mi libertad y me libraron de
esas garras.
-Decidí
renunciar a la UASD cuando Roberto Santana gana la rectoría y me iría mejor,
pero todo estaba decidido, volvía a Barahona, instalaría una Oficina de
Abogados, seria profeta en mi tierra, ayudaría a mi familia, a mis amigos, a
mis compañeros, a las organizaciones progresistas y a mi pueblo y aquí estoy en eso hasta los últimos días de mi vida, después de
irme del CURSO-UASD hasta la Cede Central.
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