Barahona se ha venido convirtiendo en una ciudad violenta,
los delitos y crímenes crecen como la espuma, no me explico como las
estadísticas policiales dicen lo contrario, si la mayoría delos casas no llegan
a la policía, ni a la justicia, gran parte la policía los trata con
indiferencia y otra gran parte no tienen importancia, ni valor para la
fiscalía.
Ahora le tocó el turno a Kelvin Martínez Castro (Yoelito), un joven de 26 años, acribillado a tiros en la
casa de una tía en la cañada de Chijito, próximo a Pueblo Nuevo.
Vivía en la Avenida Proyecto número 12 del Barrio San Diego
y dice la policía que lo buscaba desde que intentó atracar a Ramón Machito,
acción en la que cayó preso uno de sus acompañantes.
Surge la pregunta obligada ¿Y desde entonces que hacía la
policía? Parece que nada, puede serla respuesta obligada, si tomamos en cuenta
que la mayoría de delitos y crímenes cometidos en Barahona quedan en la
impunidad.
En el caso deYoelito la policía dice que murió a causa de 3
impactos de bala, pero sólo en el abdomen tiene más de 3, tiene uno intercostal
izquierdo, uno en una pierna, otro en la cabeza, más los otros que pueda
determinar la autopsia.
Cuanta saña refleja esa acción que puede calificar como un
crimen cometido por la policía contra un ciudadano, cuya culpabilidad debió
determinar un juez previo sometimiento por parte de la fiscalía.
Me he preguntado ¿Cómo en Méjico apresan al Chapo Guzmán y
no se tira un tiro? Y eso que ese país es uno delos más violentos del mundo y
los carteles del narcotráfico son criminales incontrolables.
También me pregunto ¿Por qué a los criminales de cuello
blanco no los fusilan igual en nuestro país y por el contrario los tratan como
reyes? La respuesta es clara, ellos son los dueños del dinero, del poder y del
circo.
Las acciones abusivas delas policía, en la mayoría de los
casos, esconden una gran incapacidad para resolver los casos. Tras veces la sed
de sangre que llevan en sus gargantas y en sus alma, herencia dela tiranía.
Les recuerdo que en nuestro país no existe la pena de muerte
y que la mayoría delos abusos y muertes policiales pueden ser juzgadas, en
busca de condenas para que no queden impunes. Así puede suceder con las dos
muertes de la semana pasada y con esta otra muerte policial en Barahona.
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